Tan importante como preocuparse de los pacientes, es fundamental valorar la salud de los cuidadores; ya que, para cuidar, deben cuidarse. 

Cuidar a un ser amado es una de las tereas más desinteresadas que realiza un ser humano. Estar a cargo de un familiar, que ya sea por alguna enfermedad degenerativa o por la edad se encuentran con movilidad reducida, es una ardua tarea, ya que requiere una atención de todo momento. Por todo esto, atender al cuidador es también muy necesario.

Como forma de apoyar esta importante causa, la fundación Yo Cuido Rancagua -fundada en Rancagua, el año 2018- realizó una capacitación tendiente a apoyar la noble tarea de cuidar a pacientes postrados o con capacidades diferentes. La ceremonia se realizó este miércoles 23 de enero en el Salón Auditorio de la Municipalidad de Rancagua, y contó con la presencia del alcalde Eduardo Soto, de los concejales Carlos Arellano y Patricio Henríquez, más el consejero regional Germán Arenas y la presidenta de Yo Cuido Rancagua, Virginia Jara.

En la oportunidad el consejero regional y terapeuta ocupacional, Germán Arenas, realizó una charla para enseñar algunas posturas al momento de levantar a los pacientes postrados, muy necesarias para el cuidado de la espalda y en general del cuerpo.

“Lo hemos conversado con el alcalde, de apostar a que este tipo de organizaciones se vayan concretando y vayan cooperando con la Municipalidad para cuidar a los pacientes postrados. Nadie nos educa como cuidar enfermos, y lo que se ha hecho es capacitar, desde el punto de vista de la prevención, en la atención de los enfermos. Son personas que trabajan 24/7 cuidando, sin vacaciones, por ellos es importante cuidar su salud mental”, indicó el concejal Carlos Arellano.

Por su parte, Virginia Jara, presidenta de Yo Cuido Rancagua, señaló que “esta es una organización nacional, que nació en la V Región, y ahora estamos en Rancagua. Se realizó un curso en Rancagua para todas las personas que tienen a algún familiar dependiente; todos se preocupan de ellos, pero nadie de las personas que los cuidan. Esto es en beneficios del cuidador, porque si nosotros estamos bien, las personas cuidadas estarán bien”.

Por último, una de las mujeres beneficiadas con el programa, indicó entre lágrimas “estoy emocionada. Hay que tener empatía, solidaridad, amor, porque los niños con capacidades diferentes y los postrados necesitan amor. Nosotros somos dos, he tenido que invertir en mi salud para cuidarla (a su madre). Estoy muy orgullosa, y espero que sigan con estos programas”.