El medio estadounidense apuntó al territorio central haciendo énfasis en su propuesta gastronómica y en las experiencias culinarias que se desarrollan desde el valle hacia la costa. Iniciativas como la «Ruta de los Abastos», comer en viñedos o probar los mariscos frescos del restaurante «Mareal», fueron algunos de los destacados.

El New York Times seleccionó a una de las 16 regiones chilenas como uno de los 52 lugares para visitar en 2024.

La selección fue realizada por diversos periodistas especializados, quienes clasificaron los destinos en diez categorías: aventura, arquitectura, artes, eventos, familia, comida y bebida, historia, LGBTQ, naturaleza y revitalización.

De todo el mundo, O’Higgins fue destacada como una de los nueve en gastronomía, enfatizando la oportunidad de probar “deliciosos alimentos locales mientras te conectas con agricultores rurales”.

“Esta región, a menudo pasada por alto al sur de Santiago, ha enfrentado un clima cambiante, incendios forestales que amenazan viñedos centenarios, terremotos frecuentes y tradiciones subvaloradas”, contextualizó el NYT.

“Por ello, un grupo de cocineros locales, vinicultores y productores artesanales se han unido para preservar su identidad campesina o de agricultor rural. A finales de 2023, su iniciativa, conocida como Ruta de los Abastos, comenzó a ofrecer experiencias culinarias rurales para conectar a los visitantes con apicultores locales, criadores de ostras y otros productores”, añadió.

El medio también destacó algunos mercados y restaurantes, como El Abasto en Rancagua y los ubicados en viñedos, tales como Food and Wine Studio, comandado por la chef Pilar Rodríguez en la Viu Manent, y los de Viña VIK, Pavillion y Milla Milla, liderados por Pablo Cáceres y Felipe Bravo, quienes utilizan “ingredientes regionales como el cordero criado localmente, la sal de la costa en Cáhuil y un vino rústico y de bajo contenido alcohólico llamado chacolí, producido por agricultores de la zona”.

Se resaltó además “la costa alrededor de Pichilemu y Punta de Lobos, donde, en medio de albergues de playa minimalistas como el Hotel Alaia, predominan los mariscos locales con cartas de vinos naturales» como los ofrecidos en Mareal, por el chef Gustavo Moreno y Valentina Fantuzzi.