Escribe Claudio Lucero Yáñez, Director de Carreras Área Ingeniería IP-CFT Santo Tomás, sede Rancagua.
El sector construcción día a día requiere de la infraestructura necesaria para satisfacer a quienes lo demandan. Se debe tener presente que la construcción es transversal a todos los demás sectores, ya que somos quienes cubrimos la necesidad de cada uno de ellos en cuanto a los servicios básicos para su correcto desempeño. Por esto mismo, la gran mayoría de las instituciones de educación superior han incluido en sus mallas curriculares asignaturas que se focalizan en la usabilidad de nuevos métodos de construcción y uso de materiales innovadores. Estas metodologías apuntan a la sustentabilidad y eficiencia energética, apoyadas principalmente en softwares y contenidos que preparan a los nuevos técnicos y profesionales que saldrán al mercado.
En el último tiempo, los principales actores de la industria de la construcción – como desarrolladores de softwares, producción de materiales y productos en general – han focalizado sus esfuerzos en dar solucionar a los requerimientos que esta modernización revolucionaria requiere, y desde ahí nace BIM. Las carreras Técnico en Construcciones Civiles y Construcción Civil de Santo Tomás están en constante actualización para dar respuesta a éstas y otras exigencias del sector.
¿Qué es BIM?
La gran mayoría de la población seguramente no conoce o nunca ha escuchado el término o acrónimo de Building Information Model. Se puede describir como una representación digital desarrollada en base a parámetros específicos de los elementos de una construcción formada por la techumbre, piso, fundación, losas, muros, ventanas, puertas, etc. Muchas personas relacionadas directamente con la construcción terminan simplificando esta definición como solamente un dibujo en 3D, pero la verdad, es que es muchísimo más que eso.
BIM es una metodología que vino a revolucionar la construcción, modernizarla y optimizarla. Además es una metodología que piensa en todo y en todos, ya que hasta antes de su aparición los profesionales involucrados en un proyecto trabajaban de manera aislada, enfocados netamente en su especialidad, sin conocer el proyecto en su totalidad. Es por esto que, al ejecutar ese proyecto, nos encontrábamos en que el diseño de la instalación de agua potable o de alcantarillado interfería con la instalación eléctrica o gas, e incluso muchas veces afectaba la misma estructura o arquitectura del proyecto. Estas interferencias nos obligaban a modificar el proyecto sobre la marcha e incluso rehacer parte de la construcción, lo que se traduce en costos no considerados, aumento en los plazos de ejecución y entrega, afectando principalmente al mandante y finalmente a los usuarios.
Hoy esta metodología vino a impulsar un trabajo colaborativo entre las diferentes especialidades y disciplinas que están involucradas en el diseño y construcción de un proyecto. Este trabajo colaborativo incluye y hace participativo de un trabajo en conjunto a profesionales, técnicos, maestros, ayudantes y fuerza de trabajo en general e incluso a la industria que suministra los recursos para su diseño y ejecución.
Desarrollo de herramientas BIM
Para esta revolución en la construcción es necesario ser enfático en la capacitación. Es indispensable capacitar de manera sostenida a los futuros técnicos y profesionales que aportarán con el conocimiento y manejo sobre esta metodología. Para eso, en Santo Tomás hemos desarrollado un modelo curricular para las carreras del área pensado en la necesidad que tiene la industria de la construcción al corto y largo plazo. Entregamos a nuestros estudiantes destrezas en el uso de herramientas BIM con la finalidad de potenciar al máximo las habilidades que ya traen, producto de sus intereses y formación previa. Además, nuestro plantel académico les transfiere las competencias que deberán tener para enfrentar el mundo laboral.
La brecha que hoy existe sobre esta metodología se debe a que la gran mayoría de los profesionales en Chile saben muy poco de ella o no la conocen. Asimismo, y no menos importante, se desconoce el hecho de que los proyectos públicos ya están siendo presentados y licitados bajo esta metodología y que al corto plazo será una obligación para todo proyecto.
Por todo esto, el desafío y meta autoimpuesta es capacitar a los académicos que actualmente imparten clases en nuestra casa de estudios, así como enrolar nuevos académicos que conozcan de BIM. Actualmente, más del 83% de los académicos de especialidad en Santo Tomás Rancagua cuenta con más de un diplomado, postítulo o son © Magíster en BIM. Ese conocimiento – asociado a la experiencia en la industria – es transferido día a día en las aulas a nuestros estudiantes, lo que seguramente les entregará las herramientas necesarias para ser un real aporte en la industria y el sector de la construcción.
BIM vino a revolucionar la industria de la construcción, el desafío es preparar a los nuevos técnicos y profesionales a enfrentar esa revolución.