Escribe Arturo Vásquez Rojas, Periodista y Magíster en Liderazgo.
Hoy no sacamos nada con culpar a quiénes salieron a las calles. Hoy no sacamos nada con responsabilizar la tardanza de la medida. Hoy no sacamos nada con recriminarnos por no cuidarnos antes. Hoy sólo es tiempo de acatar la Cuarentena que se ha impuesto en Rancagua y Machalí y cumplir con quedarse en casa para que esta pandemia afloje y nos deje volver a vivir con normalidad, aquella que hace unos meses acostumbrábamos a tener y que hoy la vemos lejana en el corto tiempo.
Pero, ¿seremos capaces de cumplir esta cuarentena? Según las autoridades que manejan estas medidas, las restricciones serán más estrictas, por lo que si alguien incumple se expone a 5 años de cárcel, situación que hará que pensar un poquito antes a los que intentarán burlar la medida adoptada. De todos modos, hay personas que deben salir a buscar el sustento económico diario y para que aquello no ocurra, no están las medidas tomadas como corresponden, ya que las ayudas de Gobierno no han llegado a todos quienes lo necesitan. Esa es una dificultad que se observa para los próximos días y semanas y esperemos que las autoridades estén a la altura para evitar que las personas tengan que salir a buscar qué comer día a día.
Hoy se está solicitando que el que no deba salir por necesidades absolutamente necesarias, no salga de su casa. Es lamentable que nos deban prohibir esa libertad, pero fuimos nosotros quienes no hicimos caso en el momento en que se nos confío cuidarnos y ahora debemos acatar esta determinación. No culpemos al de al lado; hoy debemos respetar una medida que se nos ha impuesto y esperar que los índices negativos puedan bajar.
Habrá, entonces, que hacerse la idea de estar en Cuarentena dos a tres semanas mínimo para que las cifras de contagio y fallecidos bajen en Rancagua y Machalí. Hay que esperar que los contagios y víctimas fatales no aumenten en otras comunas de la región de O’Higgins para que no se deban tomar estas medidas extremas. Tendremos que hacer caso para que las decisiones del Gobierno surjan un efecto positivo y la pandemia pueda ir disminuyendo. Pero lo más importante es que nosotros hagamos caso y nos quedemos en casa para detener esta pesadilla que estamos viviendo. Por su seguridad, la mía y la de todos, quédese en casa.