El informe de Contraloría identificó a 444 personas en esta situación, distribuidas en 38 instituciones públicas de la región. 

El senador por la región de O’Higgins, Juan Luis Castro, reaccionó al informe entregado por la Contraloría General de la República que reveló que 444 funcionarios públicos de la región asistieron a casinos de juego mientras se encontraban con licencia médica. A nivel nacional, la cifra asciende a más de 13 mil funcionarios.

El legislador calificó la situación como “un golpe a la confianza ciudadana”, en especial porque el sector salud lidera los casos en la región. “Aquí hay algo que está muy mal. El primer lugar lo tiene el Servicio de Salud y sus hospitales, y eso contradice todos los esfuerzos que hacemos por reducir las listas de espera y mejorar la atención de la gente”, afirmó.

Castro recalcó que los sumarios deben darse a conocer cuanto antes, ya que la ciudadanía no puede seguir esperando. “Ha pasado suficiente tiempo y queremos ver qué está pasando ahí, porque no pueden seguir pagando justos por pecadores. Hay personas que han abusado de la licencia médica y deben ser sancionadas, incluso con la desvinculación, si así corresponde”, sostuvo.

El parlamentario también abordó la discusión sobre si una persona con problemas de salud mental, por ejemplo, podría acudir a un casino: “Una licencia médica es para recuperar la salud, no para ir a un casino de juego. Una cosa es que alguien no esté postrado en cama, pero eso no significa que pueda usar ese tiempo para apostar o distraerse de esa manera. Eso es distorsionar el sentido de una protección social, y es lo que debemos evitar”, puntualizó.

Consultado sobre la posibilidad de fraude en estas licencias, el senador fue categórico: “Es muy probable que varias de esas licencias sean fraudulentas, porque no fue una vez: fueron múltiples ocasiones, viajes fuera de Chile, turismo interno, y además idas a casinos. Hay una mezcla de agravantes que demuestra que muchas de esas licencias no eran verídicas, sino que se usaron para fines completamente distintos de la salud”.

Finalmente, Castro subrayó el impacto que esta situación tiene en la atención pública, especialmente cuando involucra a funcionarios del área de salud. “En O’Higgins tenemos uno de los peores indicadores de ausentismo laboral del país,  casi 40 días al año por trabajador en promedio. Eso significa menos personal disponible, menos cirugías, cierre de camas y más espera para los pacientes. El daño lo terminan pagando las familias de la región, que ya sufren largas listas de espera”.