Desde asistentes virtuales hasta modelos predictivos, diversas organizaciones están integrando soluciones inteligentes para rediseñar sus procesos, mejorar la atención y habilitar nuevas capacidades en medios de pago.

La adopción de inteligencia artificial (IA) en las empresas chilenas está dejando atrás el terreno de lo conceptual para convertirse en una herramienta concreta de transformación organizacional. Según un estudio de SAP, un 87% de las compañías en Chile tiene previsto aumentar su inversión en esta tecnología, reflejando una tendencia clara hacia su integración en procesos clave como la toma de decisiones, la automatización operativa y la hiperpersonalización de servicios.

Un ejemplo de esta integración es el caso de Transbank, donde el desarrollo de soluciones internas basadas en IA, como su asistente “Eugenia”, han permitido optimizar procesos en distintas áreas. “Cuando alguien desconoce una tecnología, eso le provoca ansiedad. Por eso decidimos implementar cosas concretas para que nuestros colaboradores y gerentes pudieran trabajar con ella”, explicó Sebastián Robles, jefe de inteligencia artificial de la compañía, en el programa Transformación Clave de Radio La Clave en colaboración con ACTI.

Eugenia comenzó a entregar respuestas inmediatas a consultas internas relacionadas con vacaciones, licencias, uso de marca y cumplimiento de normativas. Su sistema se basa en modelos de lenguaje desarrollados sobre tecnologías como AWS, y se ha convertido en una plataforma que hoy suma un backlog de solicitudes por parte de otras áreas de negocio.

Pero la IA no solo mejora la eficiencia interna. También ayuda a las empresas entender mejor a sus clientes mediante el análisis de información no estructurada. “Hoy la IA nos permite analizar datos externos y personalizar las ofertas de forma mucho más precisa. Podemos adaptar nuestros productos a la realidad de cada comercio o usuario, incluso dentro del mismo rubro”, destacó William Faes, gerente de plataforma de datos e inteligencia artificial de Transbank.

Este tipo de herramientas es especialmente valioso en sectores de alta transaccionalidad como los medios de pago. Con cerca de 47 millones de tarjetas en circulación y cerca de 7 millones de transacciones diarias, la integración de IA permite desarrollar servicios más ágiles y personalizados. Además, habilita nuevas formas de monitoreo, detección de anomalías y soporte en tiempo real para comercios y consumidores.

La hiperpersonalización es clave para el desarrollo de una economía digital más inclusiva y competitiva. Herramientas como los agentes virtuales están comenzando a democratizar capacidades que antes solo estaban al alcance de grandes compañías y permitiendo a las pymes operar con mayor profesionalización. “Ahora pueden tener un equipo de contabilidad, ventas o marketing, y tomar decisiones con distintas perspectivas. Eso, sin dudas, amplifica su capacidad de crecer”, agregó Robles.

Además de optimizar procesos y habilitar nuevas capacidades, la IA permite que las empresas creen sus propias soluciones mediante instrucciones simples, sin depender de largos ciclos de desarrollo o costosas licencias. “Yo creo que es una herramienta que viene a destrabar una promesa media incumplida, que es la transformación digital de las compañías”, aseguró el jefe de inteligencia artificial de Transbank.

La adopción de soluciones basadas en IA no solo fortalece la eficiencia interna, sino que amplía las capacidades del tejido empresarial chileno. La consolidación de estas tecnologías en grandes empresas y su acceso progresivo en pymes proyecta un ecosistema digital más dinámico, resiliente y preparado para responder a los desafíos del futuro.