El diputado Diego Schalper, quien llegó ayer al país luego de acompañar a la delegación de Chile a la Asamblea General de Naciones Unidas, se refirió esta tarde en la radio El Conquistador a la situación en la que se vio involucrado producto de su rol como académico de la Universidad San Sebastián.
En el programa «Polos Opuestos», donde participa frecuentemente, el parlamentario comenzó por dejar en claro sus pergaminos como académico.
“Soy abogado de la Universidad Católica con distinción máxima. Obtuve el premio Monseñor Carlos Casanueva, que es el premio al mejor alumno integral de la facultad”, comenzó señalando, para posteriormente agregar “hice mi magíster en Berlín y también obtuve distinción máxima siendo premiado como el mejor alumno de mi promoción. Después hice mi doctorado en Marburgo, que me significó una condecoración de Magna Cum Laude por mi tesis doctoral, la que fue impresa en alemán, también por una editorial española para todo Iberoamérica, y también en algunas expresiones en Chile”.
Para finalizar el punto, Schalper comentó que se sentía un académico con vocación política. “Me considero un académico. No un académico puro, pero un académico con vocación política. He hecho clases en otras universidades y esto es parte de mi trayectoria profesional, por eso estudié un doctorado antes de ingresar a la política. Nadie estudia un doctorado en Alemania si no pretende dedicarse en parte a la academia.
Por otro lado, el diputado fue sumamente enfático en señalar que las clases las impartía los miércoles y los viernes a la sede de Los Leones, de manera presencial, para los estudiantes de la modalidad vespertina.
“En el caso de los miércoles iba al edificio P, en la sala P-304, tercer piso”. Aquí, indicó, hacía clases de Derecho Administrativo hasta las 10 y media de la noche. Respecto a los días viernes, aclaró “Iba a la sala S-003, abajo, en el subsuelo del edificio S, a hacer clases de Derecho Constitucional, hasta las 10 y media, 11 de la noche”.
Respecto a su sueldo, el parlamentario señaló “mi remuneración dice plena relación con mis credenciales académicas y con mi desempeño académico en la universidad”. Agregando que “se me pagaba una remuneración que es total y absolutamente la estandarizada y normal, y que no tiene absolutamente nada que ver con lo que hemos conocido”.
Para finalizar, Schalper compartió una reflexión en función del círculo virtuoso que a su juicio significa vincular la academia con la política. “No podemos cometer el error como país que por ciertas coyunturas, que evidentemente se tienen que analizar, pongamos un muro entre los que se dedican a la actividad política y la academia. Es muy importante nutrir la actividad pública con la academia. Quizás me traiciona mi experiencia en Alemania, pero una de las cosas que yo consideraba siempre muy notable era que allá ese fiato era muy común”, finalizó.