Esta normativa consiste en darle todas las atenciones necesarias a las personas que tengan enfermedades terminales o graves, en muchos casos irreversibles, y que puedan ser acompañados por sus familiares durante sus últimos días de vida. La iniciativa será promulgada el 22 de marzo del año próximo.

El ministro de Salud, Enrique Paris, junto a autoridades de salud, participaron de una ceremonia para anunciar la nueva ley que consagra como un derecho universal el acceso a cuidados paliativos. Esto para las personas que padecen enfermedades terminales o graves.

La ley vigente de nuestro país señala que aquellos pacientes oncológicos, a través del GES, pueden acceder a estos cuidados. Sin embargo, a partir del 22 de marzo de 2022, se va a hacer válido para todas las personas que tengan cualquier tipo de enfermedad terminal.

Esta normativa consiste en darle todas las atenciones necesarias a las personas que tengan dichas patologías, en muchos casos irreversibles, y que puedan ser acompañados por sus familiares durante sus últimos días de vida.

Además, también se incorporará un acompañamiento psicológico y capacitaciones, tanto para el paciente como para su familia.

“Esta es una ley que permitirá promover el acceso a los cuidados paliativos universales, entregando una atención digna, humana y de calidad en los distintos niveles de atención, logrando que el paso por el sistema de salud sea el más adecuado posible para el paciente y su familia”, expresó el ministro de Salud, Enrique Paris.

“Hay algo que es fundamental en la medicina actual y que tiene un valor incalculable, una forma intangible, la importancia que tiene generar una relación de confianza, de apoyo, entre el paciente, su familia y sus seres queridos”, agregó.

Al respecto, la encargada del Departamento de Rehabilitación del Minsal, Ximena Neculhueque, afirmó que “vamos a fortalecer la atención primaria y el domicilio básicamente, donde las personas puedan recibir las atenciones junto a su familia, ser educadas, entrenadas y apoyadas desde todos los ámbitos, tanto físico como espiritual para acompañar a la persona durante este tiempo de fin de vida”.