Día del Podólogo: El arte de sanar los pies

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Escribe Patricia Olavarría O.; Jefa de Carrera Técnico en Podología Clínica CFT Santo Tomás Rancagua.

El 26 de julio, el santoral recuerda a Ana y el “Día del Podólogo”. Esta tradición se remonta al siglo XVIII en los reinados franceses de Luis XIV, Luis XV y Luis XVI, donde aumentan las patologías podológicas en las clases nobles y burguesas por la evolución del calzado puntiagudo y de tacón. Por lo tanto, se inician las enseñanzas de cirugía pédica, conocida entonces como “el arte de sanar los pies”.

Quiero hacer alusión al cuadro “El Pedicuro” pintado por David Teniers en los años 1610-1690 (Museo del Prado, España), quien fue un pintor flamenco que trató en sus obras temas costumbristas. Este cuadro demuestra el hábito de un quehacer que tiene carácter testimonial de importancia para quienes practican la profesión.

La evolución ha sido desde servidores, asistentes, pedicuros a podólogos… experiencias que han permitido que esta especialidad técnica se profesionalice cada día más en nuestro país, insertándose en el equipo de salud y brindando sus conocimientos, habilidades y valores con una tremenda responsabilidad social. Los Técnicos en Podología Clínica buscamos cuidar y mantener la salud del pie, educar, prevenir y derivar – con especial dedicación al paciente diabético – a fin de evitar amputaciones, mediante técnicas terapéuticas propias de nuestro rol. Esto no incluye procedimientos invasivos, tales como aplicar anestesia y onicectomía, y tampoco prescripción de antibióticos o medicamentos, tareas reservadas sólo al médico.

En esta oportunidad, con gran entusiasmo quisiera enviar un mensaje de esperanza y optimismo a todos los lectores, especialmente pacientes atendidos a través del tiempo por nuestros estudiantes de Santo Tomás Rancagua en operativos podológicos en diversos lugares a lo largo de nuestra Región. Ir a terreno es una de las formas más eficaces y auténticas de entrega a la comunidad, donde afloran todas las competencias, habilidades, vocación y sentimientos personales en pos de brindar una atención humanizada, profesional y de alta calidad. A los operativos en terreno, se suman las numerosas atenciones podológicas realizadas en el Gabinete Podológico de nuestra casa de estudios, ubicada en calle O’Carrol en Rancagua.

Invito a todos los lectores a hacer costumbre el cuidado de sus pies, dada la directa relación entre la salud de sus pies y la salud en general. No olvidar que los pies sanos nos proporcionan la capacidad de pasearnos por la vida con seguridad, tranquilidad, felicidad y mejorar nuestra calidad de vida y autoestima.

Asimismo, no olvidar que estamos en tiempos de pandemia, por lo tanto, hago un llamado a no relajarse y continuar con los cuidados mínimos: vacunarse, usar correctamente la mascarilla, mantener la distancia física, ventilar sus hogares y lavado frecuente de manos.