A raíz de la grave crisis que enfrenta Chile, esta iniciativa conjunta busca generar nuevas propuestas sociales desde los sectores más vulnerables del país, de Arica a Punta Arenas, utilizando una metodología participativa y una herramienta digital probada. “La idea es escuchar a los que nunca se oye en la implementación de políticas públicas”, dicen desde Hogar de Cristo.

Este lunes 4 de noviembre, Hogar de Cristo, Techo y Fondo Esperanza, iniciarán un proceso de diálogos propositivos llamado “Círculos Territoriales” con la participación de un amplio porcentaje de la población más excluida de Chile. Serán al menos 50 mil personas, de Arica a Punta Arenas, las que identificarán las causas de este estallido social, priorizarán las necesidades más urgentes y construirán las soluciones, utilizando una metodología participativa y una herramienta digital probada. Sin duda, estas conversaciones, que tendrán lugar entre los meses de noviembre y diciembre, contribuirán al nuevo pacto social que todo el país necesita. 

“Es imperativo, para avanzar juntos como sociedad, incorporar a los más pobres y vulnerables quienes tienen derecho a ser escuchados”, sostiene el director ejecutivo del Hogar de Cristo, Juan Cristóbal Romero. Y agrega: “Como país, no podemos seguir haciendo políticas y tomando decisiones sin oír a quienes más sufren sus consecuencias. No podemos volver a dejarlos atrás. Por esto buscamos impulsar un diálogo honesto y horizontal entre quienes crean y diseñan las políticas públicas y los que sufren la exclusión día a día, reconociendo su dignidad y sus derechos. Esta metodología, que nace en un periodo de grave crisis social, se mantendrá en el tiempo, será un hábito permanente, porque lo único que permitirá la sostenibilidad de nuestra sociedad es la búsqueda conjunta y duradera de equidad y justicia para todos y todas”.

Por la experiencia de años trabajando en pobreza y con la participación de sus respectivos equipos técnicos, Hogar de Cristo, Techo y Fondo Esperanza han identificado las demandas más sentidas de la población que deberían priorizarse: ingreso, vejez digna, infancia y juventud, salud, ciudad y vivienda, y participación. Pero serán estas conversaciones las que permitirán contrastarlas y enriquecerlas, para así reconstruir lazos y confianzas dañadas, lo que contribuirá a reparar el tejido social de Chile.

Estas son las bases para un sistema de derechos sociales que los equipos técnicos han elaborado:

Ingreso Digno:

  • Garantizar un ingreso digno de acuerdo al costo real de la vida
  • Eliminar la precarización del trabajo independiente informal
  • Fomentar y resguardar el acceso laboral de grupos excluidos y vulnerables
  • Eliminar toda forma de discriminación de género

Salud de calidad garantizada:

  • Incorporar las cotizaciones de salud dentro de un sistema de seguridad social
  • Fortalecer un Sistema Público de Salud de Calidad oportuno
  • Promulgar una ley nacional de salud mental              

Infancia y juventud digna:

  • Garantizar protección integral de la niñez y adolescencia
  • Garantizar una educación pública de calidad
  • Promover una educación técnica coherente con el desarrollo del país

Vejez digna:

  • Garantizar pensiones dignas
  • Incorporar las pensiones dentro de un sistema de seguridad social

Ciudades y viviendas justas:

  • Impulsar la generación de ciudades inclusivas:
  • Garantizar el derecho a la vivienda

Participación efectiva:

  • Promover y garantizar la participación ciudadana