La ausencia de propuestas concretas indignó y decepcionó a las víctimas de abusos sexuales, quienes criticaron que la mitad del discurso del pontífice estuviese dedicado a «los abusos fuera de la Iglesia».

(DW).- Promesas a falta de medidas concretas. El papa Francisco se comprometió este domingo (24.02.2019) a que la Iglesia «no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido» abusos de tipo sexual y que «nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso». Eso sí, evitó especificar cómo pretende acabar con este problema.

Así lo expresó el sumo pontífice en su discurso final tras la cumbre histórica celebrada en el Vaticano ante 190 representantes de la jerarquía de la Iglesia católica para abordar la lacra de los abusos a menores por parte de clérigos.

El papa argentino quiso en su largo discurso puntualizar que la plaga de los abusos a niños «es universal y transversal» y para ello citó varios informes de instituciones internacionales, pero dejó claro que «esto no disminuye su monstruosidad dentro de la Iglesia». Eso sí, Francisco incidió en que a su juicio las estadísticas que realizan las instituciones y organismos internacionales son parciales porque numerosos abusos se cometen en el ámbito familiar y no se denuncian.

El papa quiso reafirmar «con claridad» que «si en la Iglesia se descubre incluso un solo caso de abuso -que representa ya en sí mismo una monstruosidad-, ese caso será afrontado con la mayor seriedad».

Después de estos tres días de debates en el Vaticano, dijo que ha llegado la hora «dar directrices uniformes para la Iglesia» aunque no citó, en realidad, medidas concretas o cambios en la legislación vaticana, y solo enumeró varios puntos para la lucha contra los abusos a menores.

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Entre estos puntos, Francisco mencionó la necesidad de «defender a los menores y para ello instó a cambiar la mentalidad para combatir la actitud defensiva-reaccionaria de salvaguardar la Iglesia». Otro es la exigencia de una verdadera «purificación» de los hombres de la Iglesia para «transformar los errores cometidos en oportunidades para erradicar este flagelo y jamás «caer en la trampa de acusar a los otros, que es un paso hacia la excusa que nos separa de la realidad». El papa también pidió un mayor cuidado en «la selección y de la formación de los candidatos al sacerdocio».

Indignación de las víctimas

Algunas de las víctimas de abusos por parte del clero manifestaron este mismo domingo su indignación y decepción por las palabras del papa Francisco tras la cumbre celebrada en el Vaticano al considerar que no hay medidas concretas sino solo frases hechas.

El español Miguel Hurtado, que denunció abusos sexuales en el pasado por parte de un monje de la abadía de Montserrat y es uno de los portavoces de la Organización Global de Víctimas (ECA), afirmó que las palabras del papa Francisco han sido como «un guantazo». Hurtado denunció que la mitad del discurso del pontífice estuviese dedicada a «los abusos fuera de la Iglesia». «Nosotros hemos sido abusados dentro de la Iglesia, por sacerdotes católicos, por monjes y maestros católicos. Esperábamos una respuesta que el papa no nos ha dado», agregó.

Respecto a los ocho puntos que indicó el papa para combatir los casos de abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia, Hurtado dijo que «eran muy genéricos» y que les falta «concreción».