La psicóloga Nayarette Vargas y el profesor Pablo Palma son parte de las generaciones formadas por el colegio perteneciente a la Fundación Agrosuper, que actualmente contribuyen a la educación de niños y jóvenes de la comuna de Lo Miranda.

El Colegio Los Cipreses es una institución particular subvencionada, perteneciente a la Fundación Agrosuper, que entrega educación gratuita y de excelencia a más de mil estudiantes de la Región de O’Higgins. Desde su fundación en 2002, se ha caracterizado por educar a diversas generaciones que ven el colegio como un modelo de inspiración para hacer el trabajo “extraordinariamente bien” cada día.

Con ese espíritu y una gran formación valórica, el establecimiento ha podido formar a estudiantes que hoy, incluso, entregan vivo testimonio en su calidad de docentes del establecimiento. Es el caso de la psicóloga Nayarette Vargas y del profesor de educación física, Pablo Palma, quienes actualmente forman parte del equipo de profesores del colegio y fueron becados por la Fundación Agrosuper para sus estudios de educación superior.

En el caso de Nayarette, oriunda de la comuna de La Estrella, también fue becada en el colegio desde primero medio gracias a su destacado desempeño como alumna. Lo anterior la llevó, además, a ser reconocida con el premio “Gran Ciprés” en 2018. Luego, y tras terminar sus estudios de psicología en la Universidad de O’Higgins, regresó al colegio para realizar su práctica profesional, pasando a formar parte del staff de profesores.

“Ha sido una experiencia muy grata conocer a los profesores desde la otra vereda y ver, también, todo el trabajo que desarrollan, así como, su convicción por hacer extraordinariamente bien el trabajo día a día”, señala Nayarette, quien agrega que hoy, desde su labor de docente, puede ayudar a aquellos alumnos que se encuentran en una posición similar a la suya durante su periodo escolar.

“Me siento muy feliz de apoyar a los estudiantes que tuvieron experiencias, quizás, similares a la mía, ingresando a un colegio de alta exigencia y con el desafío de adaptarse”, explica Nayarette, agregando que hoy, desde la docencia, ha podido devolverle la mano al colegio.

Por su lado, Pablo Palma egresó de Los Cipreses en 2013, siendo parte de una de las primeras generaciones del colegio. Además de valorar lo aprendido por los profesores, quienes influyeron en su vocación, fue testigo del crecimiento del establecimiento. “Decidí estudiar educación física porque siempre representé al colegio en actividades deportivas, con un apoyo permanente de profesores que me motivaron en todo momento, siendo referentes en mi vida”, explica el exalumno.

“Aprendí de ellos durante mi etapa escolar y hoy lo sigo haciendo desde mi rol profesional. Un cambio de vereda, de alumno a profesor, que al principio me generó un poco de temor, pero hoy me siento como en casa”, afirma Palma, quien agrega que “hoy me veo bastante reflejado en los alumnos”.

Finalmente, el rector del establecimiento, Edmundo Urtubia, asegura que el aporte de los exalumnos a la formación de los nuevos estudiantes ha sido muy valorado. “Es muy significativo para el colegio que ambos exalumnos formen parte de esta comunidad por el sello que les entregó este colegio en su etapa escolar. Hoy, es una verdadera ayuda para continuar con el proyecto educativo”, explica.