Evaluación de Propuesta de Reducción de la Tasa Impositiva Corporativa al 25% en Chile

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Escribe Jonathan Guzmán Muñoz, Auditor en V&G Consultores Ltda.

En un contexto de recuperación económica moderada y frente a retos estructurales, la propuesta del gobierno chileno de reducir la tasa impositiva corporativa al 25% representa una estrategia audaz para fomentar el crecimiento económico y atraer inversión extranjera directa (IED). Sin embargo, esta medida también genera debates sustanciales sobre su impacto fiscal, social y económico, lo que hace imprescindible un análisis para equilibrar los beneficios y los riesgos.

Este artículo examina los elementos críticos de la propuesta, incorporando perspectivas nacionales e internacionales, experiencias comparadas, así como un enfoque sobre las implicancias sectoriales y sociales.

  1. Contexto Económico y Social.

Chile enfrenta una coyuntura económica desafiante, caracterizada por un crecimiento moderado y ajustes en las proyecciones económicas. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la proyección de crecimiento del PIB para 2024 fue rebajada a 2,0%, reflejando una desaceleración más profunda de lo esperado en sectores clave como la minería y el consumo interno. Esta revisión alinea a Chile con un contexto global de alta incertidumbre económica.

Factores clave:

  • Recuperación Inflacionaria: La inflación, tras alcanzar niveles históricos del 12,8% en 2022, se proyecta en torno al 4% para 2025, en parte debido a la política monetaria contractiva del Banco Central, aunque la recuperación del poder adquisitivo es lenta.
  • Dependencia de la Minería: El cobre y el litio representan más del 50% de las exportaciones chilenas. Sin embargo, la volatilidad de los precios internacionales y las crecientes presiones regulatorias para una minería sostenible generan incertidumbre.
  • Cambio Climático: Los efectos de la sequía prolongada y la descarbonización de la economía global subrayan la necesidad de inversiones significativas en tecnologías limpias y renovables.
  • Desigualdad Persistente: Chile sigue siendo uno de los países más desiguales de la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con brechas significativas en ingresos y acceso a servicios públicos.
  1. Impacto Fiscal y Tributario.

La reducción de la tasa impositiva corporativa plantea importantes desafíos fiscales. Según datos del Servicio de Impuestos Internos (SII), los impuestos corporativos constituyen aproximadamente el 20% de los ingresos fiscales totales, lo que los convierte en una fuente crucial para financiar demandas sociales y políticas públicas.

Lecciones globales:

  • Estados Unidos (2017): La reforma fiscal que redujo la tasa corporativa del 35% al 21% incrementó la repatriación de capitales, pero tuvo un impacto limitado en la inversión productiva debido a la falta de incentivos complementarios.
  • Irlanda: Con una tasa de 12,5%, Irlanda no solo atrajo IED, sino que también fomentó la innovación mediante incentivos fiscales dirigidos a sectores tecnológicos y de investigación y desarrollo (I+D).

Análisis para Chile:

  • Impacto Fiscal Directo: Una reducción al 25% podría significar una pérdida anual estimada de 3.000 millones de dólares en ingresos fiscales, según proyecciones de organismos independientes como el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Clapes UC.
  • Estrategias de Mitigación:
  • Fortalecimiento de la Fiscalización: Implementar sistemas avanzados de cumplimiento tributario para combatir la evasión y elusión fiscal, que representan un 5% del PIB.
  • Impuestos al Patrimonio: Diseñar un impuesto progresivo al capital y la riqueza, enfocado en los tramos superiores, como medida redistributiva.
  • Incentivos Complementarios: Crear deducciones fiscales para empresas que reinviertan sus utilidades en proyectos de tecnología, sustentabilidad o capacitación laboral.
  1. Impacto en Pymes.

El sector de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) concentra más del 50% del empleo formal en Chile, pero también enfrenta barreras estructurales como bajo acceso al crédito y alta informalidad. El alza de la tasa en el Régimen Propyme General del 12,5% al 25% en 2026 podría agravar su situación.

Desafíos identificados:

  • Competitividad Reducida: Las Pymes operan con márgenes estrechos que dificultan absorber mayores costos fiscales.
  • Acceso al Financiamiento: Un 60% de las Pymes no tiene acceso regular a crédito bancario, según datos del Ministerio de Economía.

Propuesta de mitigación:

  • Fondo de Innovación Propyme: Crear un fondo público-privado para financiar proyectos de digitalización y transición sostenible.
  • Simplificación Administrativa: Digitalizar procesos tributarios para reducir costos y tiempos de cumplimiento.
  • Líneas de Crédito Preferenciales: Diseñar programas de financiamiento con tasas subsidiadas y garantías estatales.
  • Programa de Desarrollo de Proveedores: Implementar un programa que conecte a las Pymes con grandes empresas nacionales e internacionales, fomentando relaciones comerciales sostenibles. Este programa debería incluir:
  • Capacitación y Transferencia Tecnológica: Proveer herramientas para que las Pymes cumplan con estándares internacionales de calidad y sostenibilidad.
  • Contratos de Largo Plazo: Promover acuerdos comerciales que aseguren estabilidad financiera a las Pymes.
  • Plataformas Digitales: Crear un marketplace nacional para visibilizar y potenciar la oferta de las Pymes.
  • Incentivos Tributarios: Ofrecer beneficios fiscales a grandes empresas que incorporen Pymes en su cadena de suministro.
  • Creación de una Unidad de Evaluación: Establecer al interior de la Contraloría General de la República una unidad dedicada a la medición de impacto y eficiencia de los gastos y políticas públicas. Esta unidad tendría como objetivo:
    • Monitorear la Eficiencia del Gasto Público: Realizar análisis periódicos que permitan identificar áreas de mejora en el uso de recursos fiscales.
    • Evaluar Políticas Públicas: Determinar el impacto real de las políticas implementadas, asegurando que cumplan con los objetivos planteados.
    • Transparencia y Rendición de Cuentas: Publicar reportes detallados y accesibles que incluyan métricas clave, análisis comparativos y recomendaciones para optimizar las políticas públicas, garantizando que ciudadanos y tomadores de decisiones cuenten con información clara y oportuna sobre la efectividad y el impacto de las medidas adoptadas.
  1. Perspectivas Sectoriales y Geopolíticas.

Diversificación Económica:

El potencial de sectores emergentes como el hidrógeno verde podría transformar la matriz económica chilena, pero requiere una política industrial activa y un marco regulatorio claro. En este sentido, la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde presentada por el gobierno chileno se posiciona como una de las principales iniciativas para liderar la transición energética global. Esta estrategia incluye:

  • Desarrollo de Infraestructura: Fomentar inversiones en plantas de producción, transporte y almacenamiento de hidrógeno verde.
  • Incentivos a la Innovación: Financiamiento público-privado para investigación y desarrollo en tecnologías relacionadas.
  • Exportación Competitiva: Posicionar a Chile como un proveedor clave de hidrógeno verde para mercados como Europa y Asia.
  • Generación de Empleo: Crear oportunidades laborales en regiones con alto potencial energético renovable, como el norte y sur del país.

Relaciones Geopolíticas:

  • China: Principal socio comercial, aunque su desaceleración económica representa un riesgo para las exportaciones chilenas.
  • Estados Unidos: Un aliado estratégico para la transferencia de tecnología y la diversificación productiva.
  • Nuevas Alianzas: Los acuerdos recientes con Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos abren oportunidades para desarrollar la industria del litio.
  • Hidrógeno Verde como Pilar Geopolítico: La implementación exitosa de la estrategia podría fortalecer la posición de Chile en negociaciones internacionales, consolidándolo como un actor clave en la transición energética global.

Algunas propuestas para una Reforma Fiscal Exitosa.

La reducción de la tasa corporativa debe ser parte de una estrategia integral que considere:

  1. Diversificación Económica:
  • Impulsar inversiones en energías renovables, especialmente hidrógeno verde.
  • Fomentar la innovación mediante deducciones fiscales para sectores tecnológicos y startups.
  1. Apoyo a Pymes:
  • Establecer programas de capacitación en tecnología y sustentabilidad.
  • Reducir la burocracia y facilitar el acceso a créditos accesibles.
  1. Sostenibilidad Fiscal:
  • Implementar un Consejo de Revisión Tributaria para evaluar periódicamente la efectividad de las reformas fiscales.
  • Diseñar impuestos al patrimonio y otros instrumentos redistributivos.
  1. Marco Regulatorio Claro:
  • Reducir la incertidumbre mediante una comunicación clara y participativa sobre los cambios tributarios.
  • Incorporar criterios ESG (environmental, social and governance) en las licitaciones públicas para fomentar inversiones responsables.

Con todo, la reducción de la tasa impositiva corporativa al 25% tiene el potencial de dinamizar la economía chilena y mejorar su competitividad global. Sin embargo, su éxito depende de su integración en un plan estratégico más amplio que incluya incentivos complementarios, sostenibilidad fiscal y equidad social.

Ricardo Escobar, experto tributario y ex director del SII, ha advertido sobre el riesgo de implementar esta medida sin un análisis profundo de su impacto fiscal y social. La CPC y gremios de Pymes también han manifestado preocupación por los efectos en la competitividad y la equidad del sistema tributario, proponiendo una baja aún mayor hasta el 23%, asunto que fue descartado por el gobierno.

Considero que una reforma debe ser entendida no como un fin en sí misma, sino como un componente de un modelo económico sostenible, inclusivo y competitivo. Para que esta política tenga éxito, es imprescindible adoptar un enfoque que integre distintos ejes, donde debe estar en el centro el crecimiento económico sostenible, por lo que la reducción de la tasa impositiva debe estimular la inversión privada y mejorar la competitividad del país. Sin embargo, su impacto debe ser monitoreado de manera rigurosa para garantizar que los recursos liberados se destinen a actividades que generen valor agregado, como la innovación, la transición energética y el fortalecimiento de sectores estratégicos como el hidrógeno verde. Este enfoque permitirá que Chile se posicione como un actor clave en la economía global del siglo XXI.

La sostenibilidad de cualquier reforma fiscal depende de su capacidad para generar beneficios inclusivos. Esto significa que los sectores más vulnerables deben ser protegidos mediante políticas redistributivas como impuestos al patrimonio y al capital, y mediante la canalización de los recursos hacia áreas críticas como educación, salud y protección social. Solo así se podrá reducir la brecha de desigualdad que persiste en el país.

También, la estabilización de las finanzas públicas debe ser un objetivo inquebrantable. Esto implica no solo mantener niveles adecuados de recaudación, sino también garantizar que el gasto público sea eficiente y esté alineado con las prioridades del desarrollo nacional. La creación de una unidad de evaluación al interior de la Contraloría General de la República sería crucial para medir el impacto y la efectividad de las políticas públicas, evitando ineficiencias y asegurando una administración transparente.

En un entorno global altamente competitivo, Chile debe diseñar políticas que lo diferencien como un destino atractivo para la inversión extranjera. Esto no solo incluye ofrecer un marco tributario competitivo, sino también garantizar estabilidad jurídica, adopción de estándares internacionales y un entorno favorable para la innovación y el emprendimiento.

La reforma entonces más bien debe alinearse con las tendencias internacionales de desarrollo sostenible, especialmente en temas como la transición energética y la economía verde. La Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde es un ejemplo tangible de cómo Chile puede liderar en este ámbito, pero requiere financiamiento adecuado, colaboración público-privada y marcos regulatorios claros para maximizar su potencial.

Técnicamente, la efectividad de esta reforma dependerá de una implementación estratégica que integre evaluaciones constantes y ajustes dinámicos según las condiciones económicas internas y externas. La experiencia de países como Irlanda y Estados Unidos subraya la importancia de complementar las reducciones fiscales con medidas específicas que fomenten la inversión en sectores prioritarios.

En conclusión, la reducción de la tasa impositiva corporativa tiene el potencial de transformar la estructura económica de Chile, siempre que se diseñe e implemente como parte de una visión integral y de largo plazo. Este equilibrio entre crecimiento, equidad y sostenibilidad fiscal no solo beneficiará a los sectores productivos, sino que también sentará las bases para un desarrollo social inclusivo y responsable, posicionando a Chile como un referente en el ámbito regional.  No obstante, hoy nos encontramos enfrentados a un desafío mayor, ya que con un panorama político tan dividido y enfrentado con posturas totalmente antagonistas, al tiempo que existen muchas posibilidades de cambio de sector político en el gobierno, no auguran un acuerdo con mirada a largo plazo.