La información que trascendió confirma que Joan Turner de Jara, bailarina británica, activista inagotable por los derechos humanos y Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales, falleció este domingo 12 de Noviembre a las 17:30 horas.
Nacida en Londres el 20 de julio de 1927, con los 95 años cumplidos, Joan Turner Jara falleció este domingo 12 de noviembre. Si bien su área de desempeño estaba ligada a las artes, la danza y la coreografía, su nombre dejó una huella importante debido, además, a su labor como activista en la protección de los Derechos Humanos, en la búsqueda de verdad y justicia luego de los crímenes cometidos por la dictadura de Augusto Pinochet. Uno de ellos, el asesinato del cantautor y director teatral Víctor Jara, esposo de Joan.
Fue en 2021 cuando a Jara la reconocen como Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales por parte de la Academia Chilena de Bellas Artes, sin embargo, su trayectoria en Chile estuvo marcada por su participación en la lucha en contra de lo DD.HH.
Jara fue fundadora de la Fundación Víctor Jara, organismo que se dedica a preservar y a dar a conocer la obra del artista y también su esposo. Fue la misma organización quien confirmó el fallecimiento en sus redes sociales: ”Lamentamos informar que nuestra querida y amada Joan Jara a sus 96 años falleció hoy 12 de noviembre a las 17.30 horas. Estaremos informando sobre sus exequias prontamente”.
Fue en el año 2009 en el que la británica también pasó a se chilena de manera oficial. El Estado le otorgó la nacionalidad por gracia a Turner a modo de reconocer su aporte cultural y su compromiso con la recuperación de la democracia chilena tras la dictadura.
Uno de los últimos reconocimientos que Jara pudo apreciar en vida, fue el nombramiento del Centro Cultural de Lo Prado en honor a su memoria: “Teatro Joan Jara”.
«Palomita verte quiero…»
Joan Alison Turner Roberts, nació en Londres el 20 de julio de 1927.
Muy joven llegó a Chile para ser parte del Ballet Nacional Chileno donde interpretaría piezas como solista.
Ya en el país andino, fue profesora de danza y creó la primera carrera de Pedagogía en danza infantil en la Universidad de Chile.
Incluso desde la danza se veía el compromiso social de Joan, que llegó a decir que este modo de expresión artística es «una forma de comunicación imposible de censurar».
Joan tuvo en sus clases de expresión corporal a un alumno que, dijo ella, era destacado. Era Víctor Jara, pero aún habría que esperar para que sus vidas se cruzaran del todo.
En este entonces, Joan estaba casada con el bailarín chileno Patricio Bunster, con quien tuvo su primera hija, Manuela.
Pero se divorciaron, quedando Joan en un estado de profunda soledad, según ella recordaba en el libro «Víctor, un canto inconcluso».
Hasta que una monótona tarde escuchó una llamada tímida a la puerta de su apartamento.
«Abrí la puerta y me encontré ante una ancha sonrisa de dientes blancos que me saludaba desde el pasillo (…) de pie, con un ramito de flores que sostenía ante sí como un escudo, una robusta figura de pelo negro y rizado».
Era Víctor Jara.
Esa invitación de unos minutos se convirtió en una unión de amistad, complicidad, amor y lucha.
En 1960 se casaron y, al poco, Víctor inicia un viaje de cuatro meses como director del conjunto folclórico Cuncumén. Es la primera vez que se separan. Al regreso de ese viaje, él le mostró unas letras que había compuesto:
«Paloma quiero contarte
Que estoy solo, que te quiero,
Que la vida se me acaba
Porque te tengo tan lejos…
Palomita verte quiero»
Al poco tiempo, tuvieron a su hija Amanda y, en la década siguiente, el rumbo de sus vidas cambió para siempre.
Arte y Derechos Humanos
Joan encontró en la morgue el cuerpo mutilado, torturado y con 44 balazos de su esposo Víctor, asesinato un 16 de septiembre de 1973, apenas 5 días después del golpe de Estado en Chile.
A partir de ahí, Joan se exilia en Inglaterra, donde inicia una intensa labor como defensora de los Derechos Humanos.
Y jugó un papel fundamental en la búsqueda de justicia por el asesinato de su esposo.
Fue en 1999, tras la detención de Pinochet en Londres, cuando Joan Jara y su hija pidieron que se reactivara el caso de Víctor Jara, que llevaba dos décadas cerrado.
No fue hasta agosto pasado que la Corte Suprema condenó a 7 exmilitares del Ejército como autores materiales del secuestro y homicidio del cantante.
Cuando Joan Jara pudo de nuevo regresar a Chile, en los 80, colaboró con la creación del Grupo de Danza Calaucán en Concepción y junto a Patricio Bunster creó en Santiago el reconocido Centro de Danza Espiral, una de las piedras angulares en la formación de bailarines chilenos.
En 1993 se materializó la Fundación Víctor Jara con el objetivo de recuperar, conservar y difundir el legado artístico del cantautor.
La nacionalidad chilena llegó en 2009 como un reconocimiento a su labor.
«Lo ocurrido en Chile (durante la dictadura) no puede ni debe desconocerse, ni relativizarse ni comparar. Joan Jara, Joan Turner, ha sido un ejemplo para muchos en su manera de asumir la búsqueda de la verdad y la justicia sabiamente», manifestó Michelle Bachelet en su día.
Recibió la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda de 2016 y la Medalla Rectoral de la Universidad de Chile en 2018, además del Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile en 2021.
«Un legado imperecedero»
Desde que se supo su fallecimiento, numerosas personalidades chilenas han rendido su particular homenaje a Joan Jara.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, escribió en la red social X, antes conocida como Twitter:
«Ha partido Joan. Una mujer que luchó medio siglo por justicia y que nos deja un legado imperecedero en las artes y la defensa de los derechos humanos. Continuaremos ese camino. Mi más sentido abrazo a su familia y cercanos.»
La ministra de Interior chilena, Carolina Tohá, también dejó su despedida en la red social:
«Con hondo pesar despedimos a Joan Jara, coreógrafa, bailarina, Premio Nacional de Artes de la Representación, activista incansable por los derechos humanos y, por sobre todo, una mujer que seguirá siendo ejemplo de dignidad, entereza y valentía.»
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) también expresó sus «más profundas condolencias por el fallecimiento de Joan Jara, la viuda del asesinado músico chileno Víctor Jara».
Los mensajes a Joan, que fue una figura querida y destacada de la sociedad chilena, se repiten en la red social desde todos los ámbitos.
El director del Centro Cultural Gabriela Mistral, Felipe Mella, destacó a Joan como una «mujer noble y valiente, nunca dejaste de luchar por la verdad y la justicia. Ahora al reencuentro de tu amado Víctor».
El Teatro Ictus, la compañía independiente de más larga duración en Chile, también le dedicó unas palabras:
«Despedimos con cariño a Joan Jara, a quien admiramos profundamente por su incansable búsqueda de justicia y reparación para las víctimas de la dictadura».
«Vuelta alto querida Joan Jara. A seguir con tu legado y tu lucha incansable.», escribió en su cuenta de X la cantante franco-chilena Anita Tijoux.
Más allá de las fronteras chilenas, los mensajes también llegaron para dar tributo a Joan Jara.
Por ejemplo, el cantautor español Ismael Serrano se sumó al pésame y expresó su pena por la muerte de Joan. «Siempre en nuestros corazones», dijo.