Los funcionarios públicos realizaban «fiscalizaciones fantasma» de productos para subvalorizar los precios y evadir impuestos. A cambio, recibían coimas a través de transferencias o almuerzos pagados.
Una alerta se activó en el Servicio Nacional de Aduanas durante los últimos días, luego de que siete de sus funcionarios fueran detenidos por personal policial, en el marco de las «Operaciones Columbia I y II» que indagan el contrabando de productos al interior del aeropuerto de Santiago. En principio, el jueves 4 de mayo, detectives de la Brigada Investigadora de Lavado de Activos (Brilac) de la PDI concretaron la aprehensión de 19 personas, en un operativo en que se allanaron 20 domicilios entre las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana y de O’Higgins.
De ellos, cuatro eran funcionarios de Aduanas, incluido uno que ya había sido apartado de la institución. Tras ser formalizados, dos quedaron en prisión preventiva, además de dos civiles que serían los encargados de realizar las operaciones.
Sin embargo, este viernes se llevó a cabo la segunda parte de la operación, donde se consiguió la captura de otros tres trabajadores del ente de fiscalización fronterizo, entre los que se encuentra el presunto líder de la banda.
Según la PDI, el sujeto sería el responsable de coordinar los ilícitos, recibir las coimas y repartirlas entre los funcionarios, quienes realizaban «controles fantasmas» de los productos ingresados al país. Todos los trabajadores del organismo público fueron imputados por los delitos de asociación ilícita, lavado de activos, fraude al fisco, contrabando, soborno y cohecho.
Los hechos
De acuerdo a los antecedentes expuestos por la Fiscalía, los hechos comenzaron al menos el año 2018, cuando los imputados individualizados «conformaron una organización criminal estructurada» para lograr la «internación irregular a Chile de diversas mercancías provenientes del extranjero, principalmente de Estados Unidos, actividad gracias a la cual la asociación ha recaudado importantes ganancias». Según el ente persecutor, «para llevar a cabo su cometido, la asociación cuenta con la participación de funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas, quienes ponen a disposición de la organización sus facultades como fiscalizadores».
En los ilícitos estarían involucradas al menos tres organizaciones, con características propias de una asociación ilícita. Estas bandas habrían pagado coimas a los trabajadores de Aduanas a través de transferencias bancarias e incluso con almuerzos pagados.
En base a lo expuesto por el Ministerio Público, los grupos utilizaban «mecanismos de subvaloración de los valores de los productos importados y de falsificación de documentos públicos, con participación de funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas quienes, haciendo uso de sus funciones como empleados públicos, facilitan y colaboran en la internación de importaciones de manera irregular, todo esto con pleno conocimiento de dichos actos».
En ese sentido, desde la Fiscalía detallaron que el presunto cabecilla del grupo habría logrado acumular un patrimonio superior a los $500 millones, mientras que en total se incautaron cerca de $3 mil millones. «Se concretó la incautación de diversas especies electrónicas, documentación de interés para la investigación de dos vehículos motorizados, y además se lograron medidas cautelares reales sobre bienes muebles e inmuebles, específicamente se logró la prohibición de enajenación de dos propiedades que alcanzan los $500 millones, y sobre dos vehículos motorizados que alcanzan los $50 millones, además del congelamiento de 13 cuentas bancarias de estos funcionarios públicos», explicó el subcomisario Óscar Gutiérrez, de la Brilac Metropolitana.