Desde el Gobierno subrayan la relevancia de la industria, sobre todo para las regiones afectadas. El mayor golpe, afirman, lo ha sufrido el Ñuble.

Entre hoy y mañana se mantendrán las condiciones climáticas complicadas en la zona centro-sur del país, sector que se ha visto afectado por la devastadora ola de incendios que se han registrado durante las últimas semanas y que mantiene en una compleja situación a la industria apícola por el impacto que tendrá en la polinización del próximo año.

Un informe preliminar del Ministerio de Agricultura (Minagri) al 22 de febrero ya dimensiona esta cruda realidad en el contexto país, con un total de 38.732 colmenas quemadas en el área de influencia del fuego, siendo la Región del Ñuble la que presenta la mayor cantidad, con 28.276, seguida por la Región del Biobío (7.215); la Región de La Araucanía (1.792); y la Región del Maule (1.445).

Las cifras en el plano regional dan cuenta además de 479 apicultores afectados, entre El Maule y La Araucanía -59 de ellos no Indap-.

Al respecto, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, indicó a Emol que «el sector apícola es bastante importante y proactivo en la Región de La Araucanía en particular, pero también en Ñuble, y en la Región del Biobío, porque la frontera frutícola se ha ido corriendo más al sur, producto del cambio climático. Y uno de los sectores más dinámicos de la agricultura en esta zona es el frutícola, y lo frutícola sin abejas, sin polinización, no tiene destino».

«Hemos medido que el daño es significativo en el sector apícola, por eso se ha estado acompañando con distribución tanto a usuarios Indap como en algunos casos no Indap, de alimentos para las abejas. Y vamos a completar el catastro y tener un programa importante de recuperación de colmenas y también de las redes solidarias, para que en agosto las abejas tengan los núcleos para la próxima primavera, y de esta manera aportar al sector, y a la seguridad estratégica del sector frutícola», añadió el secretario de Estado.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, en tanto, indicó este miércoles que «el nivel de daños que hemos tenido en una parte de los afectados que son los agricultores, que han sido damnificados en sus actividades productivas». En ese sentido, resaltó que «tenemos 38.000 colmenas que se destruyeron y tenemos una cantidad 5.787 kilómetros de cerco que se perdieron con el fuego».

Según explicó Pamela Valdés, presidenta de Chile Miel, «el impacto de los incendios para la apicultura es gigante. No solo se han quemado las colmenas y abejas de algunos apicultores, sino que se ha quedado sin el hábitat natural de nuestras abejas. Eso significa que se ha quemado la fuente natural de alimentación ya que son los árboles y sus flores lo que alimentan las abejas gracias al néctar de las flores».

Valdés detalló además que el año 2023 arrancó «muy complejo» para el rubro apícola. «La polinización ya finalizó esta temporada con precios muy bajos pagados por agricultores a apicultores, y que no logran mejorar a pesar de que las abejas son fundamental para una buena producción de fruta».

Respecto al momento que vive el sector con la miel, la presidenta de Chile Miel indicó que «históricamente nuestra miel es exportada principalmente a Alemania que hoy en día no está comprando prácticamente nada debido a varias razones. Una de las principales, es que el mercado de Europa se ha visto muy afectado por el ingreso de miel muy barata de varios países productores, principalmente desde China, donde un kilo de miel puede llegar a costar la mitad del valor de nuestra miel chilena y por lo mismo cuesta mucho ser competitivos frente a estos bajos precios».

El presidente del Movimiento Nacional de Apicultores de Chile (Monachi), Mario Flores, acusó, en conversación con el diario El Austral, «lentitud» en la ayuda y exigió al Ejecutivo la restitución total de las colmenas dañadas. «El sector ya estaba en crisis, así es que esto es una tormenta perfecta», apuntó.