En la causa, el tribunal, también por unanimidad, decretó la absolución del acusado Yeraldo César González Cataldo, al no lograr la parte acusadora acreditar la responsabilidad que le atribuía en el siniestro intencional que afectó a la Dirección de Obras de la Municipalidad de Rancagua.

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua dictó veredicto condenatorio en contra de Gabriel Ignacio Meza Castro y Pía Fernanda Benavides Rivero, en calidad de autores del delito consumado de incendio. Ilícito perpetrado en septiembre de 2021, en el centro de la ciudad.

En resolución unánime (causa rol 609-2022), el tribunal –integrado por las magistradas Fadua Salas Eljatib (presidenta), Erika Silva Pavez y el juez Raúl Baldomino Díaz (redactor)– tras la deliberación de rigor, dio por acreditado tanto la comisión del ilícito como la participación culpable de Meza Castro y Benavides Rivero en los hechos.

En la causa, el tribunal, también por unanimidad, decretó la absolución del acusado Yeraldo César González Cataldo, al no lograr la parte acusadora acreditar la responsabilidad que le atribuía en el siniestro intencional que afectó a la Dirección de Obras de la Municipalidad de Rancagua.

Según la acusación fiscal, aproximadamente a las 02:30 horas de la madrugada del 19 de septiembre de 2021, los condenados previo concierto, “(…) se trasladaron hasta las cercanías del Edificio Tomás Guaglén de la I. Municipalidad de Rancagua ubicado en calle Chorrillos N°860 de esta ciudad, abordo de un vehículo marca Chevrolet, modelo Spark, color negro, placa patente FFBG-93 quedándose en el lugar YERALDO GONZÁLEZ CATALDO quien era el conductor del móvil, mientras que GABRIEL MEZA CASTRO y PÍA BENAVIDES RIVERO se bajaron del vehículo con un bidón con bencina caminando hasta llegar a la municipalidad, específicamente hasta el departamento de edificaciones de la Dirección de Obras donde GABRIEL MEZA CASTRO escaló la reja perimetral mientras PÍA BENAVIDES RIVERO le entregó el bidón con bencina a GABRIEL MEZA CASTRO, quien rompió uno de los ventanales del edificio, derramó en su interior el líquido inflamable que mantenía en el bidón y prendió fuego al lugar con un encendedor que le entregó también PÍA BENAVIDES RIVERO, produciéndose un incendio que causó daños en esta oficina pública especialmente en archivos, computadores, mobiliario e infraestructura”.