Este lunes se realizó la ceremonia oficial en donde la Convención entregó la propuesta de Nueva Constitución al Presidente de la República, Gabriel Boric.
La Convención que durante un año redactó una nueva Constitución, entregó este lunes su propuesta final de texto en una histórica ceremonia a la que acudió el presidente, Gabriel Boric.
“Hoy se cierra este histórico ciclo de trabajo democrático (…) Esta propuesta constitucional, que hoy entregamos, está llamada a convertirse en la base del país más justo con el que todas y todos soñamos”, dijo la presidenta del órgano constituyente, María Elisa Quinteros.
En el antiguo edificio del Congreso Nacional donde la Convención trabajó durante un año, los 154 convencionales e invitados especiales asistieron a la presentación oficial de la propuesta, que incluye 178 páginas, 388 artículos y 57 normas transitorias.
“Esta propuesta nos devuelve la esperanza al permitirnos hablar en la Constitución de dignidad, inclusión e igualdad. A muchas personas nos emociona esta posibilidad de vivir en un país con más cohesión social”, aseguró Quinteros.
De esta forma, la ciudadanía tendrá dos meses desde hoy para estudiar el texto, que declara a Chile un Estado social de derecho, y decidir en un Plebiscito el próximo 4 de septiembre si están satisfechos con él o si prefieren mantener la actual Constitución, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
Pese a que la opción de aprobar el nuevo texto en el referéndum de salida fue durante meses la mayoritaria, en las últimas semanas no hay una tendencia clara y algunos sondeos muestran una mayor preferencia por rechazarlo.
Crear un sistema universal de salud, fortalecer la educación pública, proteger el medio ambiente y engrosar los derechos de los pueblos indígenas, son algunos de los temas principales de la propuesta.
“Sabemos que es perfectible, y esperamos sea el piso mínimo que contribuya a consolidar una sociedad con mayor equidad”, reconoció la presidenta, quien estampó su firma y entregó un ejemplar al mandatario Boric.
Este último, en tanto, aseguró que el plebiscito del próximo 4 de septiembre, “no es ni debe ser un juicio al Gobierno”.
El proceso constituyente, el primero del mundo con paridad de género, se abrió en octubre 2020, con el respaldo de casi el 80% de los ciudadanos en un histórico plebiscito, para dar una salida política al denominado estallido social.
DISCURSO DE RECEPCIÓN DE LA PROPUESTA DE NUEVA CONSTITUCIÓN DEL
PRESIDENTE GABRIEL BORIC
Muy buenos días, convencionales, a todas y todos los trabajadores que han puesto tanto esfuerzo por sacar este proceso adelante. Muy buenos días a todo el pueblo de Chile que nos está escuchando.
Ha pasado muchísima historia para poder llegar hasta este momento, mucho sacrificio incluso de vidas para poder discutir, debatir una Constitución que nazca de un debate democrático. Bien vale, en este momento, recordar al ex Presidente Eduardo Frei Montalva quien hace 42 años, el 27 de agosto de 1980, en los días oscuros de nuestro país, hacía, desde entonces, un llamado a una Asamblea Constituyente.
Quiero agradecer, pensando en esa larga historia, la invitación a esta ceremonia, en este lugar que también es histórico. Aquí funcionó durante casi 100 años, entre 1876 y 1973, el Congreso Nacional de la República. Y hoy es un día que, sin lugar a dudas, quedará en los anales de nuestra Patria.
Ustedes, Convencionales, han concluido la misión que les encomendó el pueblo de Chile en octubre del 2020, ponerse de acuerdo en una propuesta de Nueva Constitución que refleje los anhelos y esperanzas por una vida digna para todas y todos los habitantes de nuestro país. Y lo han sacado adelante, pese a todas las dificultades, aprobándola por más de dos tercios de los Convencionales.
Sé, y todo Chile está consciente, que no ha sido fácil. Y es que, queridos compatriotas, la democracia no es fácil y más allá de las legítimas diferencias que puedan existir sobre el contenido del texto sobre el cual se debatirá durante los siguientes meses, hay algo en lo que todos y todas tenemos que estar orgullosos, que en el momento de la crisis más profunda política, institucional, social que ha vivido nuestra Patria en décadas, los chilenos y chilenas optamos por más democracia y no por menos.
Y el texto que hoy le entregan a Chile es el fruto de esa convicción profunda que marca el talante de nuestra República.
Es mi deber hoy, como Primer Mandatario, al recibir esta propuesta, convocar a un Referéndum Constitucional, a eso he venido porque será nuevamente el pueblo quién tendrá la última palabra sobre su destino.
Hoy, queridos compatriotas, empezamos una nueva etapa. Se trata, ahora, de leer, estudiar y debatir la propuesta constitucional que hoy entregan al país y, como Presidente de la República, tengo el deber de garantizar que cada uno de los ciudadanos de nuestro país podrá tomar una decisión libre y plenamente informada el próximo 4 de septiembre.
Para el cumplimiento de este mandato vamos a necesitar la colaboración de todos y todas, de no descalificar a quien piensa distinto, de acoger a quien tenga dudas, de conversar y, como decían en sus discursos los integrantes de la mesa directiva, debatir no para ganar, sino para construir, para encontrarnos.
Solicito la buena fe y la colaboración de todas las autoridades del país, de los medios de comunicación, de los partidos, de las organizaciones sociales y de cada uno de los habitantes de nuestra Patria. Los invito a que debatamos intensamente sobre los alcances del texto propuesto, más no sobre falsedades, distorsiones o interpretaciones catastrofistas ajenas a la realidad.
El carácter del debate que tengamos de aquí en adelante en donde respetemos la opinión de todos los habitantes de nuestra Patria, sea cual sea esta, en donde busquemos integrar, en donde estemos permanentemente en busca de la cohesión de nuestro país va a marcar, sin lugar a duda, la historia de aquí al futuro.
Esta Constitución, este proyecto de Constitución y el Plebiscito que se desarrollará el 4 de septiembre no es ni debe ser un juicio al Gobierno, es el debate sobre el futuro y el destino de Chile para las próximas 4 o 5 décadas. Por lo tanto, como Presidente de la República, los invito a todos y todas a que debatamos con esa altura de miras, pensando que, como hemos dicho antes, estamos construyendo sobre hombros de gigantes, que la historia no parte de cero y que lo que aquí se hace es para el encuentro de todos los chilenos y chilenas.
Confío en que fieles a la tradición democrática que nos caracteriza vamos a enfrentar este momento histórico de una manera responsable y con sentido de futuro, pensando no en las pequeñas ventajas que cada uno pueda obtener, sino en la paz, en la concordia, en la justicia, en la hermandad entre chilenos y chilenas, y, por, sobre todo, en la dignidad, esa palabra tan linda, de todos los habitantes que nuestra Patria merece.
Muchísimas gracias.