El dirigente señaló que «el anuncio realizado por el Presidente de la República Gabriel Boric, en relación con el cierre programado de la Fundición Ventanas, de Codelco Chile, ha sido una de las noticias más violentas y desafortunadas que hemos tenido como trabajadores del cobre, en las últimas décadas».

«Como sindicato SINATRACCH, que reunimos a más de 56 mil trabajadores contratistas en todo Chile, solidarizamos con las declaraciones y las demandas de los compañeros de los sindicatos de Fundición Ventanas y el llamado a Paro Nacional de la Federación de Trabajadores del Cobre, porque en esta grave decisión del Gobierno, se han privilegiado razones económicas, escondidas en fundamentos medioambientalistas, para cerrar una industria muy necesaria para el proceso minero, y de la cual dependen directa e indirectamente miles de familias», señaló el dirigente.

Y agregó que «estamos conscientes que la contaminación ambiental en Quintero y Puchuncaví es grave y es necesario actuar para proteger la vida y salud de las personas, pero tenemos la certeza que el problema no es Fundición Ventanas, ya que durante el período de suspensión de sus procesos, los índices de contaminación continuaron siendo críticos en la zona. Entonces, ¿era necesario tratarlos como conejillo de indias? A nuestro juicio, la solución es otra: reforzar las medidas de control y supervisión de las 18 industrias y no tomar decisiones extremas contra una sola».

«Por otro lado, se dice con mucha soltura y liviandad que ningún trabajador de Codelco quedará sin trabajo. Nos preguntamos: ¿Y los trabajadores contratistas? ¿Y las familias que dependen directa e indirectamente de esta industria? Con toda seguridad, y como siempre ha pasado, los contratistas, que somos los que llevamos la gran carga laboral y generamos las grandes utilidades de la industria- seremos la última prioridad en este proceso, quedando a la deriva de los planes laborales y sociales, si es que se implementan. Por lo mismo anunciamos, con mucha fuerza, que daremos la lucha hasta las últimas consecuencias contra quienes deseen dejarnos sin nuestras fuentes laborales y sin ingresos para darle el sustento a nuestras familias».

Carreñó añadió que «conocemos estos procesos y sabemos que lo que se compromete termina siendo una gran mentira, una estafa que solo queda en el papel y en un anuncio para la prensa, pero con el pasar de los años, miles de trabajadores y sus familias pasan al olvido de las autoridades, y terminan ganándose la vida como peluqueros, estilistas o vendiendo productos como ambulantes, como ya ha sucedido en el sur de Chile».

«Estamos convencidos que el costo económico y social de cerrar Ventanas es mucho más alto que el costo de invertir en una nueva fundición que cumpla con las normativas medioambientales.  El Gobierno y el Directorio de Codelco adoptaron la medida más fácil en lugar de diseñar soluciones técnicas viables que no impliquen cerrar esta instalación. Además, no evaluaron el impacto que tiene esta drástica medida, ya que difícilmente estos trabajadores podrán conseguir un trabajo cercano a sus casas y podrían eventualmente ser trasladados a zonas lejanas, con el consiguiente impacto en su vida familiar. ¿Lo habrán pensado? No, porque tomaron una decisión apresurada e irresponsable», prosiguió.

Luego agrega que «ssimismo, nos llama la atención la falta de coherencia de la medida con el programa de Gobierno del Presidente Boric, ya que consideraban incrementar la capacidad de fundición en Chile y la primera medida que anuncian es el cierre de la fundición Ventanas. Sencillamente, impresentable». «Hacemos un llamado al Gobierno y al Directorio de Codelco a revertir esta medida, generando una mesa de trabajo con todos los actores involucrados, tomando decisiones con diálogo y no a puertas cerradas, entre ejecutivos que no conocen el trabajo de faena», finalizó.