Un chinito y un cholito

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Escribe Armando Miño Rivera, Periodista Independiente y Docente Universitario (Lima – Perú).

Cuando estaba a punto de escribir mi columna sobre un presidente que iba al hemiciclo, adelantando fiestas patrias con un discurso de auxilio y de reconciliación pre vacancia, el Tribunal Constitucional nos da otro regalito, pro ultraderecha, pro naranja, pro no me importan los derechos humanos, a menos que sean del chino.

Cuando Pedro Pablo Kuczynski le dio el indulto en Navidad del 2017, las voces se alzaron para reclamar. Hoy no ha sido diferente. Con cuatro votos a tres, el TC admitió fundado el habeas corpus de Gregorio Parco Alarcón, militante y abogado fujimorista, a pesar que él diga lo contrario. Parco visitó a Fujimori en 2011 y es activo militante de Fuerza Popular desde 2010. Tapar el sol con un dedo no sirve Gregorio, no.

Quiero aprovechar este espacio para colocar un resumen contextual, en modo de historia corta, de mi gran amigo Renzo Estrada, que resume lo sucedido estos días en la variopinta y salvaje jungla política peruana. Vamos.

“Había una vez un niño andino a quien se le hacía difícil expresarse y hablar bien, además sufría de bullying todos los días. Era víctima de una niña japonesa y sus secuaces, quienes lo agarraban de lornaza todo el tiempo desde que el niño andino salió elegido como delegado del salón, ya que la niña había sido choteada de la peor manera posible tres veces consecutivas. Un buen día, la japonesita le dijo – «¿qué te parece si llegamos a un acuerdo? Yo no te hago más bullying si tú le das un gran regalo a mi papá». El niñito de los andes aceptó y le dio el regalo al viejo frente a todo un pueblo que se indignaba mucho un día, pero al día siguiente ya no se acordaba de nada. Y así pasó todo y el niño andino se quedó tranquilo inocentemente creyendo que la niña del Japón nunca más le haría bullying. ¿Fin?”

Quienes conocemos la historia de nuestra política, sabemos que los naranjas no dejarán su fruta legislativa, tampoco dejarán sus alianzas pro destructivas de normas y leyes que no le importan, como no les interesan los derechos humanos, ni de las mujeres esterilizadas, ni de los niños sin padres de Barrios Altos, ni de los muchachos y familias de la Cantuta, ni de los millones robados de los bolsillos de los contribuyentes o ensuciar a los FFAA y Policía nacional firmando cartas de sujeción.

Tremendo regalito les ha dado el TC a los fujimoristas, pro humanidad. Tribunal Constitucional, por humanidad ya estrían las cárceles vacías. Ay TC, ay Castillo, aj Fuerza Popular.