El evento organizado por la Facultad Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Católica del Maule, «Legados y proyecciones del movimiento estudiantil, a 10 años del 2011», contó con la participación de expertos que analizaron las demandas y liderazgos surgidos en ese periodo y que aún se mantienen.  

A una década del movimiento estudiantil universitario y secundario, donde surgieron muchos de los rostros que hoy forman parte de los nuevos liderazgos políticos del país, la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Católica del Maule realizó el coloquio «Legados y proyecciones del movimiento estudiantil, a 10 años del 2011».

Una instancia de reflexión y debate, que tuvo por finalidad analizar las lecciones que dejó una de las movilizaciones más grande del país, desde el retorno a la Democracia. Así lo explicó el organizador del evento, el académico e investigador de la Facultad Ciencias Sociales y Económicas Dr. Juan Pablo Paredes, “Entre los efectos positivos que ha tenido la movilización estudiantil, tanto en el 2006 como 2011 y de lo sucedido el 2018, ha sido la renovación del campo político, no solo en los rostros, también con la emergencia de fuerzas políticas. No olvidemos que en el actual gobierno uno de sus ministros fue un estudiante movilizado del 2006”.

Un ejemplo claro fueron las elecciones de 2013, donde un conjunto de dirigentes universitarios de la época, asumieron cargos políticos de elección popular, como fue el caso de Camila Vallejo, Giorgio Jackson, Karol Cariola, Gabriel Boric, que incluso hoy día es candidato presidencial.

“El movimiento estudiantil tiene injerencia directa en la conformación del Frente Amplio, así como también en la renovación del Partido Comunista, pero también influye de manera más indirecta en la emergencia de Evopoli, por ejemplo. Entonces, colaboraron en actualizar el campo político, tanto renovando a las elites, como creando nuevas fuerzas políticas partidarias, actualizando también la forma de ver la política. Hoy existe públicamente un feminismo comunitario, mucho más popular, que gana visibilidad desde la movilización del feminismo estudiantil del 2018. Por ende, tenemos expresiones políticas que no se traducen directamente en fuerzas partidarias, pero que hacen trabajo político”, mencionó el académico Juan Pablo Paredes.

En relación a las lecciones que dejó el movimiento estudiantil, dijo que “Si bien nosotros en el coloquio usamos la excusa de una década desde el 2011, se abordaron las movilizaciones precedentes u posteriores. No se puede la movilización del 2011, sin la del 2006, que fue la primera movilización de estudiantes secundarios con una demanda societal y no solo sectorial, quienes posibilitan una crítica estructural al modelo chileno. Sí, porque no se centraron solamente reivindicaciones propias del mundo educativo, sino que se concentraron en la forma en que ha sido implementada la educación desde la Dictadura, lo que se ha conocido como educación de mercado”.

El movimiento del 2006, el llamado movimiento de los pingüinos, denunció la forma en que el Estado dejó a la educación pública al alero de las municipalidades, “esto ha significado un trato muy desigual. Por esto, las demandas estudiantiles ingresan con tanta fuerza y se inscriben en el mundo social, alcanzando a la sociedad en su conjunto”, acotó.

Fue un antecedente central para comprender el 2011. Sobre la última, el académico precisó, “Fue la movilización social más importante, con mayor incidencia, con mayor presencia, con mayor atención pública y ciudadana desde el regreso a la Democracia. Desde las protestas de los años 80 contra la Dictadura, que no teníamos una movilización de ese tenor, con más de 100 mil personas en la calle, 150 mil en algunos casos y rápidamente escaló a transformarse en un movimiento social con una causa social”, comentó.

A 10 años del 2011

El evento organizado por la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Católica del Maule, contó con la presentación del Doctor en Antropología Social y Cultural por la Universidad Autónoma de Barcelona, profesor e investigador en la Universidad de Chile, Óscar Aguilera Ruiz, quien ha estudiado e investigado el movimiento estudiantil secundario y universitario.

También participó de la instancia Lucía Miranda, académica que actualmente está realizando su investigación postdoctoral, financiada por ANID, en la Pontificia Universidad Católica, quien ha estudiado el movimiento estudiantil desde el ámbito del feminismo y su relación con las políticas públicas.

Además, comentaron las exposiciones la académica UCM, Dra. Helena Román, experta en movimientos estudiantiles feministas y la presidenta del Centro de Estudiantes de Curicó de la Escuela Trabajo Social, Consuelo Ortega.  

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