«Un tigre en una jaula es como tener toda la vida a un ser humano en una caseta telefónica. Es una tortura, es un acto de violación de derechos», reclamó el senador.
Tras la muerte de una mujer que trabajaba en el Parque Safari de Rancagua, el senador del Partido por la Democracia (PPD) Guido Girardi sostuvo que “es hora de terminar con este tipo de recintos”.
A través de una declaración pública, el parlamentario señaló que “nosotros hace mucho tiempo que venimos planteando, y presenté un proyecto de ley que se está tramitando en el Congreso sobre los derechos de los animales, que son seres vivos sintientes, pero que prohíbe la cárcel animal”.
“Esto deja en evidencia que los zoológicos no cumplen con normas mínimas, primero, para resguardar la vida y la salud de quienes trabajan ahí, no es el primer evento de personas que son afectadas por la falta de seguridad, y al mismo tiempo tampoco resguardan la dignidad y la vida de los animales silvestres que viven prisioneros, que viven encarcelados”, añadió.
“Los zoológicos no funcionan”
El parlamentario comentó que tener “un tigre en una jaula es como tener toda vida a un ser humano en una caseta telefónica. Es una tortura, es un acto de violación de derechos y, por lo tanto, a mí me parece que es inaceptable que a esta altura de la vida los seres humanos puedan disfrutar de ver a un ser vivo, a un animal tan maravilloso, en este caso, como puede ser un tigre, un elefante, un puma, encarcelado, sufriendo y torturado”.
“Esperamos que esto no vuelva a repetirse y esperamos que podamos cambiar este funcionamiento de los zoológicos que, como digo, no cumplan ni siquiera con los requisitos mínimos de seguridad de las personas y menos de proteger o darles dignidad a animales silvestres. Ya han ocurrido muchos eventos como este y, por lo tanto, se tienen que terminar. Los zoológicos no funcionan y tienen que ser lugares seguros para los trabajadores y que les ofrezcan a los animales un espacio abierto que recreen sus hábitats, donde puedan al menos si van a estar prisioneros, tener un mínimo de dignidad y no es aceptable que los seres humanos sigamos en una actitud sadomasoquista, disfrutando del sufrimiento de otro ser vivo”, concluyó.