El destacado artista y cantor popular no logró vencer su lucha contra el coronavirus, falleciendo en horas de esta madrugada. Profundo pesar en el mundo artístico cultural en la región y a nivel nacional.

La noticia fue además confirmada por la Asociación Nacional de Cantores a lo Divino de Chile, quienes lamentaron “comunicar el sensible fallecimiento de Don Francisco Javier Astorga Arredondo, Q.E.P.D. Poeta popular y por sobre todo reconocido y apreciado cantor a lo divino”.

“Como Organización cultural nos sumamos a las condolencias hacia su familia, esposa, hijos y a toda la amplia familia de la cultura chilena del canto a lo poeta por tan irreparable pérdida”.

“Francisco Astorga deja un importante legado en nuestra organización siendo uno de los pilares de su fundación y presidente por largos periodos. Así también un gran legado cultural a través del traspaso de sus conocimientos y por sobre todo el traspaso valores humanos y cristianos a muchos jóvenes y adultos que tuvieron el honor de tenerlo y apreciarlo como maestro”.

Francisco Astorga (Pancho o Panchito), deja un enorme vacío en toda la cultura chilena y por sobre todo en nuestro canto a lo divino que será difícil de llenar.

La Asociación agregó que “sólo decir al despedirte Panchito Astorga, gracias por tu humildad, tu sabiduría, tus enseñanzas, tu talento y tu amistad, sabemos cómo cantores que esta no es una despedida, sino un hasta pronto. Porque estamos muy seguros que estarás encabezando la gran rueda de canto a lo divino celestial junto a Dios padre, de la misma forma que encabezaste tantas ruedas acá en la tierra y que compartimos y disfrutamos como hermanos y admiradores de tu entrega y talento. Descansa en paz en el regazo eternos de Dios padre todo poderoso, hermano Francisco Javier Astorga Arredondo”.

Hasta pronto Pancho

Francisco Astorga Arredondo cantor a lo humano y lo divino, poeta y payador, representó a otro de los centros importantes de la poesía popular chilena, nacido en la localidad de El Romeral de Pilay (próxima a Codegua, en la Región de O’Higgins) y organizador del encuentro anual de payadores celebrado en La Punta de Codegua.

Al igual que cantores como Juan Pérez Ibarra, de Pirque, y Arnoldo Madariaga Encina, de Casablanca, fue también uno de los grandes artífices del canto a lo divino en Chile.

Profesor de educación musical, Pancho Astorga tocaba el guitarrón, la guitarra traspuesta y el rabel, tres tradicionales instrumentos chilenos, y fue un formador de nuevas generaciones, con discípulos directos como los poetas y payadores Manuel Sánchez y Hugo González Hernández, ambos nacidos en 1973. Su trabajo también fue cercano al de las payadoras Cecilia Astorga, su hermana, y Myriam Arancibia, su compañera, y actuó con frecuencia en encuentros de payadores como los de Casablanca (provincia de Valparaíso), Putaendo (provincia de San Felipe de Aconcagua), Portezuelo (provincia de Ñuble) y El Rincón, en su natal Punta de Codegua.

Es autor del libro Renacer del guitarrón chileno (1996), un proyecto ejecutado en conjunto con el cantor y guitarronero Juan Carlos Bustamante. En paralelo, Astorga fue uno de los organizadores de los encuentros de canto a lo divino efectuados en la Basílica de Lourdes y el Templo Votivo de Maipú, en Santiago, y está entre los poetas populares chilenos que más han representado este oficio en otros países, con visitas a España (1992), Argentina (1992), Bolivia (1995), Brasil (1998), Italia (2000), Israel (2000), Ecuador (2001) y Puerto Rico (2001), que terminaron  por hacer de él y de su voz profunda y cálida uno de los principales motores del canto a lo poeta en Chile. La Academia Chilena de la Lengua lo reconoció en 2006 con el Premio Oreste Plath.

Hasta siempre Francisco Astorga.