Un estudio elaborado por el Grupo de Investigación Antártica de la Universidad de Santiago concluyó que las zonas donde se ha reportado una mayor cantidad de casos son aquellas donde la radiación UV habría sido baja, lo que ocurriría en periodos de otoño e invierno. “La dosis diaria de Radiación Solar UV-B solo será mayor a los 15 kJ/m2 en Santiago a mediados de septiembre”, asegura el informe.

Un estudio elaborado por el Grupo de Investigación Antártica de la Universidad de Santiago concluyó que todas las regiones al sur de la Región de Atacama presentarán condiciones favorables a la propagación del coronavirus entre mayo y agosto de este año.

El informe ‘¿Empeorará el COVID-19 con el Invierno?’, del Grupo liderado por el académico de la Usach Raúl Cordero, analiza preliminarmente los impactos del COVID-19 en Chile y el mundo. Los datos sugerirían “una marcada estacionalidad. Es decir, que las condiciones climáticas asociadas al otoño-invierno favorecerían la propagación”.

“Hasta inicios de mayo, los países que reportaron mayor cantidad de víctimas acumuladas fueron aquellos donde la dosis diaria de Radiación Solar UV-B fue inferior a los 15 kJ/m2 durante el último mes”, afirma. Así, el estudio observa que, en abril,  hubo mayor número de víctimas mortales y contagios en regiones más australes de Chile.

“La radiación solar UV-B disminuirá en todo el territorio nacional progresivamente hasta fines de junio. A partir de fines de mayo, todos las regiones del país al sur

de la Región de Atacama estarán expuestas a bajas dosis diarias de Radiación Solar UV-B (menores a los 15 kJ/m2)”, enfatiza el informe.

De esta manera, el estudio concluye que “la dosis diaria de Radiación Solar UV-B solo será mayor a los 15 kJ/m2 en Santiago a mediados de septiembre. Nuestros resultados sugieren que las condiciones climáticas esperadas durante los meses de mayo-agosto, en todas las regiones del país al sur de la Región de Atacama, son poco favorables para contener la propagación del coronavirus en el país”.