En el marco del convenio de colaboración suscrito entre ambas instituciones para fomentar la educación y la formación ambiental en los jóvenes.

Con la presencia de los Seremis del Medio Ambiente de todas las regiones del país y del Directorio Nacional de la Asociación de Guías y Scouts de Chile, se dio el puntapié inicial al convenio de colaboración y educación ambiental suscrito entre ambas instituciones y cuyo objetivo es capacitar a los adultos, jóvenes y niños que integran este voluntariado en distintas materias ambientales. La cita se llevó a cabo en el marco del Décimo Jamboree Nacional que se efectuó en la Hacienda Picarquín, en la comuna de San Francisco de Mostazal, instancia que congregó a cerca de 13 mil asistentes.

Los seremis del medio ambiente conocieron en directo el trabajo que realizan los scouts en el Jamboree y compartieron con distintas agrupaciones de todo Chile que se hicieron presentes en Picarquín entre el 19 y el 26 de enero. Asimismo, estuvieron en el stand de atención que dispuso el Ministerio para recibir consultas de los asistentes, y que fue aprovechado también para que los asistentes escribieran sus compromisos ambientales o “Ecoretos” y participaran de la Trivia ambiental.

Al respecto, el Seremi del Medio Ambiente de la Región de O’Higgins, Rodrigo Lagos, sostuvo que “con este convenio queremos potenciar la educación ambiental en los jóvenes que componen la asociación de Guías y Scouts, transformándolos finalmente en líderes ambientales comprometidos con su entorno, con los recursos naturales y la biodiversidad de nuestra región”.

El convenio de colaboración considera un plan de capacitación ambiental dirigido a los guías scouts y al mismo tiempo, impulsa el desarrollo de actividades ambientales realizadas por los scouts en forma permanente. Los grupos que cumplan con los compromisos, podrán ser nominados como Forjadores Ambientales y convertirse en líderes ambientales.

En la ocasión los Seremis de todo el país hicieron entrega de una serie de insumos para los scouts (gorros, bloqueadores solares y morrales), los que fueron donados por la Unión Europea, marcando así el inicio de la colaboración entre ambos organismos.