El proyecto es liderado por el Dr. Rodrigo Contreras del Instituto de Ciencias Agronómicas y Veterinarias de la UOH.

Chile es uno de los principales países productores y exportadores de fruta y vegetales del hemisferio sur. En este contexto, es importante destacar que, tanto en el cultivo de frutas como vegetales, existe más conciencia respecto a la importancia de una agricultura sustentable, que incluya la evaluación e implementación de prácticas con bajo impacto ambiental. Siguiendo esta línea, y considerando la producción agrícola moderna de vegetales, el uso de portainjertos es considerado un componente esencial en la agricultura, debido a su uso para adaptar un determinado cultivo a diversas condiciones ambientales y/o de manejo agrícola.

El académico Rodrigo Contreras integrante del Instituto de Ciencias Agronómicas y Veterinarias de la Universidad de O’Higgins, y gracias al apoyo del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF), está desarrollando el proyecto “los caracteres del sistema de arquitectura de raíces de Lagenaria siceraria con fines claves para la selección en condiciones de estrés por sequía en plantas injertadas de sandía”, financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt). Uno de los objetivos del presente proyecto tiene relación con la obtención de nuevos portainjertos para el Programa de Mejora Genética, y entender el rol de caracteres claves del sistema raíces que ayuden a los mejoradores de plantas a iniciar un programa de selección de variedades tolerantes a sequía.

El académico del Instituto de Ciencias Agronómicas y Veterinarias, Dr. Rodrigo Contreras, explica que este proyecto “evalúa el sistema de arquitectura de raíces en condiciones de riego deficitario en plantas de calabaza (Lagenaria siceraria). Éstas se usan como portainjerto en diferentes variedades de sandía, y en el actual escenario de cambio climático y falta de agua, se hace necesario estudiar estas hortalizas y el sistema de raíces. Metodológicamente se estudian las plantas bajo un escenario de falta de agua en el suelo y se evalúa su comportamiento midiendo diferentes parámetros agronómicos, fenotípicos y fisiológicos».

Asimismo, Contreras sostiene que la iniciativa, que comenzó en el 2018 y finalizará en el 2021, tiene como meta “encontrar parámetros fenotípicos del sistema de raíces relevantes para la selección y mejorar la genética de portainjertos de cucurbitáceas con tolerancia a sequía. Finalmente se espera que algunas de estas variedades de portainjertos sean importantes para el cultivo de la sandía en condiciones de déficit hídrico en algunas regiones de Chile y del mundo”.

Actualmente esta investigación cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura de Sudáfrica y del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura de la Región de O’Higgins, entidad con la que la Universidad está estableciendo un acuerdo de colaboración en temas de investigación.