Escribe Manuel Polgatiz, Periodista y Comentarista Deportivo.
Si el equipo rival, otro de los colistas del torneo, en los primeros diez minutos es capaz de generar cuatro jugadas claras de gol, la proyección del partido no podía ser muy distante a la realidad final. En la altura de El Salvador, O’Higgins fue un equipo que se encontró con sus propios «Fantasmas». Ajeno a la lucha, sin personalidad y carente de respuesta ante la adversidad que le presenta el propio juego, como la expulsión de Pinto (ajustada o no, me parece que no tenía más alternativas).
El futuro se ve oscuro y repleto de dudas que comienzan a encender los ánimos. Las aguas no están quietas porque se tomaron malas decisiones y el equipo no muestra signos de recuperación. Fríamente el análisis es negativo, aunque muchos lo nieguen el plantel se despotenció (ojo que no opongo a las onerosas ventas del club porque de eso vive) y las alarmas se encienden incluso para clasificar a un torneo internacional.
Qué hacer para salir de este momento, que ya se repite desde la era Berizzo?, no tengo la más mínima idea, yo solo soy un simple columnista que de fútbol sabe poco y que comenta con el diario del lunes, como me dicen algunos de mis amigos.
Pero bueno, en medio de la somnolencia que me da ver al equipo, podría entregar ideas «locas» como ubicar a Ramón Fernández como segundo volante de contención (ya no está para conducir porque lateraliza en demasía). Doffo como cabeza en la construcción y Sepúlveda, media punta libre por ambos costados, recorriendo a lo ancho el terreno de juego. En delantera no hay mucho donde elegir, o si?…a ver, Muñoz, Pol, López, Fierro, Salazar, Castro, tenemos seis! pero sinceramente hacemos uno?.
Atrás urge la reaparición de Cereceda, Magalhaes, Osorio y Acevedo para que Cahais no se sienta en el desierto y que se defiende más solo que rambo. En tiempos de vacas flacas, hay que cuidar el resultado de manera inteligente y digna, sin lanzarse como kamikaze frente al oponente, porque las confianzas están quebradas y el aroma sensible de la derrota se percibe al instante.
Lo demás es parte de aquello que te indique la mente. La preparación debe ser medida desde el ánimo y las ganas de superar el trance. Marco Antonio, tomó al equipo en 2018 casi en la misma ubicación donde hoy está, por lo que las críticas no dejan de ser justas a su gestión.
Ay Dios, que nos pillen confesados el domingo con Colo Colo pero como yo no creo en DIOS, se ve bien difícil la cosa. Supongo que creador está para cosas más importantes, que preocuparse de un simple partido de fútbol, donde quizás se juega la permanencia de un entrenador con acento mexicano.