Una investigación impulsada por la Red de Pobreza Energética de la Universidad de Chile determinó, además, que más de un millón de hogares de centros urbanos nacionales tienen un gasto excesivo en energía y un 66,2% presentan problemas de eficiencia energética.


Con el objetivo de contribuir al acceso equitativo a la energía de calidad, la Red de Pobreza Energética (RedPE) de la Universidad de Chile lanzó este jueves el documento “Acceso equitativo a energía de calidad en Chile. Hacia un indicador territorializado y tridimensional de pobreza energética”, elaborado por más de 20 profesionales y en donde se desarrollan propuestas para enfrentar esta problemática.

Los investigadores de la RedPE presentaron los principales resultados de la investigación desarrollada desde 2015 en colaboración con instituciones públicas y privadas. Parte de las conclusiones indican que la pobreza energética en Chile se expresa en una mala eficiencia de las viviendas, bajo confort térmico, gasto excesivo de energía e interrupciones del suministro eléctrico. 

Las cifras en este sentido son claras: un total de 1.160.426 de los hogares de centros urbanos chilenos tiene un gasto excesivo en energía, un 66,2 por ciento de los mismos presenta problemas de eficiencia energética y un 21 por ciento de las personas pasa frío al interior de sus viviendas. 

En relación con el gasto excesivo en energía, un 22,6 por ciento de los hogares no puede cubrir simultáneamente las necesidades básicas de la línea de pobreza oficial. Producto de estas dificultades, las familias enfrentan deficiencias en áreas como calefacción, ventilación, agua caliente sanitaria y la opción de cocinar o refrigerar alimentos, entre otras actividades.

Para la coordinadora de la RedPE, Anahí Urquiza, esta realidad representa uno de los tantos desafíos del país en materia energética. “Debemos seguir trabajando por generar conciencia sobre este fenómeno como un problema social en Chile. Es fundamental trabajar colectivamente y en diálogo con la sociedad civil. Desde la colaboración podremos pensar en estrategias sectoriales, además de hacernos cargo de las necesidades de nuestra población y las diferentes condiciones de desarrollo en regiones. Este tema no se soluciona sólo con políticas públicas y por ello es fundamental generar otras herramientas”.

INTERRUPCIONES

Si bien Chile posee una alta electrificación (99,63% de los hogares según CASEN 2017), el acceso a energía eléctrica varía en función del territorio. 

Por ejemplo, la comuna de Pumanque, en la Región de O’Higgins, presentó en 2012 un promedio de interrupciones del servicio eléctrico correspondiente a 10,63 horas anuales, sin considerar eventos de fuerza mayor.

En la comuna de Camarones, en la Región de Arica y Parinacota, durante 2015 las interrupciones al servicio eléctrico se tradujeron a 7,89 horas anuales.

El documento completo elaborado por la Red de Pobreza Energética (RedPE) de la Universidad de Chile se encuentra publicado y disponible para toda la comunidad. (redesvid.uchile.cl/pobreza-energetica/indicadores-pobreza-energetica)