La Orquesta de Cámara de Chile, se presenta en el Teatro Regional de Rancagua, el día jueves 4 de abril a las 19:30 horas, con un repertorio musical de primer nivel, conducido por el destacado director español, maestro François López-Ferrer.

López-Ferrer es uno de los directores más prometedores de la escena sinfónica actual. El artista hispano-estadounidense es actualmente Director Asociado de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile.

Pese a su juventud, ha dirigido numerosas orquestas, entre las que destacan: Tonhalle-Orchester Zürich, Gstaad Festival Orchestra, Hamburger Symphoniker, Berner Symphonieorchester, Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, Musikkollegium Winterthur, Südwestdeutsche Philharmonie, Orquestra Sinfónica de Porto Alegre, Orchester der Musikalische Komödie Leipzig, Meininger Hofkapelle, Estonian National Youth Orchestra, Karlsbader Symphonieorchester, Plovdiv Philharmonic Orchestra, Berliner Camerata, Pärnu City Orchestra, Guildhall School of Music Symphony Orchestra, Estonian National Youth Symphony Orchestra, Orquesta de Córdoba, Orchestre de la Haute École de Musique de Lausanne, VU-Orchestra, Ensemble Vita y Queen City Chamber Opera Orchestra.

Este es su debut en la dirección de la Orquesta de Cámara de Chile. Ha sido galardonado con diversos premios, entre los que destacan el Premio del Público en la Operettenworkshop de la Musikalische Komödie Leipzig y su elección como Director Favorito por la Pärnu City Orchestra.

Dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, la Orquesta de Cámara de Chile nace en la década del ‘50 al alero del Ministerio de Educación. Sus 33 integrantes son destacados intérpretes de música docta, lo que permite exhibir un nivel artístico indiscutible dentro y fuera del país, cumpliendo con el propósito de mejorar el acceso a expresiones musicales de excelencia a población vulnerable y/o en aislamiento territorial.

En esta ocasión se presentan con un repertorio que contempla:

“Ligereza” de Miguel Farías (1983), la obra fue encargada por la Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Respecto de la composición, el propio autor comenta que se trata de “un movimiento sutil y delicado puede estar cargado de energía. El viento, por ejemplo, a pesar de ser invisible y ligero, mantiene el entorno – y nuestro campo visual- en movimiento y en tensión infinita. Esta energía, liviana y etérea, es la que inyecta organicidad a lo inerte, y es el pie forzado utilizado para la creación de esta pieza orquestal. En Ligereza se exploran texturas que ejemplifican lo recién expuesto: a través de orquestaciones limpias y cristalinas, se pone en tensión un material musical que intenta ser complejo y cargado de energía”.

“Idilio de Sigfrido”, Richard Wagner (1813 – 1883), es una de las pocas obras sinfónicas de Richard Wagner. Es una composición para pequeña orquesta finalizada en Triebschen, en diciembre de 1870, poco antes de la Navidad. Según consta en el diario de Cósima Lizt, esposa del músico alemán: “Fui despertada por el sonido de una música nueva, maravillosa y desconocida, tocada por un conjunto de cámara. Al finalizar, Richard apareció con mis cinco hijos y me entregó la partitura llamada Regalo sinfónico de cumpleaños”.

Wagner había encontrado en aquella villa a orillas del Lago Lucerna, la tranquilidad luego del escándalo público que casi termina con su carrera, por su relación con la hija de Franz Liszt, casada con el noble alemán Barón Hans von Bülow, director de orquesta, virtuoso pianista y compositor romántico alemán.

Sinfonía Nº 36 en Do mayor, K. 425, “Linz” – I. Adagio, Allegro spirituoso / II. Poco adagio (Andante) / III. Minueto y Trío / IV. Presto de Wolfgang Amadeus Mozart​ (1756 – 1791), durante el verano europeo de 1783, Mozart se trasladó a Salzburgo, junto a su mujer Constanza Weber, con quien cumplía un año de matrimonio. Luego de visitar la casa paterna, la pareja decidió volver a Viena, haciendo escala en la ciudad de Linz, a fines de octubre, donde fueron muy bien atendidos. Incluso Mozart fue invitado a dar un concierto público en el teatro de la ciudad.  El compositor, que estaba de vacaciones, no traía ninguna partitura de sus creaciones, y se propone escribir una melodía en tan solo un par de días. Pese al escaso tiempo, al anochecer del 4 de noviembre, día del evento, la sinfonía estaba terminada, las partituras copiadas y es magistralmente ejecutada, haciéndose rápidamente muy popular y conocida, ganándose el apodo de “Linz”, en honor a la urbe donde fue escrita y estrenada.

Sin duda, será una experiencia inolvidable, disfruta de un gran espectáculo, y de un repertorio que cautivará al público por su extraordinaria calidad musical.

Esta iniciativa es impulsada por la Corporación de la Cultura y las Artes de la Ilustre Municipalidad.