El Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó la detención con fines de extradición del empresario colchagüino Carlos Cardoen Cornejo.
El empresario viñatero tiene una denuncia de comienzo de la década de los ’90 por parte de dicho gobierno por exportación ilegal de circonio, material que es utilizado para fabricar bombas de racimo y que fue vendido a Irak.
Esto fue confirmado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, a dónde la información ingresó el 21 de marzo, siendo remitida a la Corte Suprema el 22 de marzo.
Interpol mantiene una alerta roja contra contra Cardoen desde 1993, la que fue renovada hasta 2019, impidiéndole viajar fuera del país.
Según consigna La Tercera, el ex presidente Ricardo Lagos expuso el caso de Cardoen ante el ex presidente Bill Clinton, sin éxito, lo que se repitió con las gestiones de Cancillería durante la primera administración del presidente Sebastián Piñera y el segundo mandato de Michelle Bachelet.
Según dijo el mismo Cardoen, también al diario de Copesa en una entrevista en enero, se le estaba utilizando como “un chivo expiatorio”. De acuerdo a él, la venta de circonio “fue autorizada por el gobierno chileno, y con la anuencia y apoyo del gobierno norteamericano, porque en esa época Irak era aliado de Estados Unidos”.