Escribe Marcela Ragni V., Directora de las carreras del Área Salud Santo Tomás Rancagua.
El Cáncer ocupa la segunda causa de muerte en Chile, siempre visualizado sólo en adultos. Lamentablemente también está presente en el grupo de 5 a 15 años de edad, presentándose 500 casos nuevos anuales con una 71% de sobrevida a los cinco años del diagnóstico. El lazo dorado simboliza el día internacional de esta enfermedad, comparando con el oro la fortaleza de los niños y sus familias que enfrentan este diagnóstico.
Como país vemos avances en fortalecer la red asistencial pública para mejorar el diagnóstico y manejo integral de los niños y adolescentes con estas enfermedades. El año 2005 se incorpora como Garantía Explicita en Salud (GES) el Cáncer en menores de 15 años, garantizando acceso, oportunidad y financiamiento. Pero el manejo actualizado y eficaz va de la mano de conocer la mortalidad, la magnitud de casos nuevos de cáncer y su sobrevida. Así, el 2018 el Ministerio de Salud publicó el primer informe del registro nacional del Cáncer Infantil en menores de 15 años (RIENCI) que permitirá conocer mayor información, estimando incidencia, perfil regional, grupos o áreas de riesgo, contribuyendo así a la planificación con otras intervenciones.
La mayor cantidad de casos nuevos e incidencia de Cáncer en menores de 15 años se presenta como Leucemia (a la sangre), Linfomas (afecta sistema inmunitario), tumores del Sistema Nervioso Central (cerebrales), tumores óseos (hueso y cartílagos) y Neuroblastomas (se desarrollan a partir de tejidos que forman el sistema nervioso, siendo más común su inicio en abdomen, glándulas suprarrenales y tórax).
El cáncer en niños o adolescentes se puede manifestar inicialmente con los mismos síntomas que otras alteraciones, los padres son los mejores observadores de los síntomas de sus hijos. Ante la presencia de estos signos o síntomas debe consultar un especialista, quien realizará los exámenes necesarios para descartar o confirmar la enfermedad: dolor de espalda o cefalea persistente, equimosis (moretones espontáneos), petequias (puntitos rojos en piel) , palidez marcada con decaimiento, sangramiento de nariz recurrente, fiebre que no sede ante tratamiento común, dolor abdominal o en huesos o articulaciones y adenopatía (aumento de tamaño de los ganglios).
Como Institución de Educación Superior preocupada de la comunidad, llamamos a crear conciencia y sensibilizar de los desafíos que enfrentan estos niños o adolescentes junto a sus familias. Como sociedad, sigamos aportando a que todos tengan acceso a un diagnóstico y tratamiento adecuados, para un mejor pronóstico.