Entrega datos sobre el caudal de los ríos, la nieve disponible en la Cordillera, el estado de las napas freáticas y las temperaturas por comuna. “Es muy importante para saber cómo viene la disponibilidad de agua y, en caso de problemas, comunicárselo a los agricultores”, dice usuario de una Junta de Vigilancia.
El Banco de Información en Recursos Hídricos que comenzó a operar recientemente en la Región de O’Higgins es, en una analogía simplificadora, algo así como el mejor portal de noticias sobre la disponibilidad de agua con el que cualquier persona se puede informar. Al entrar, el usuario puede ver las temperaturas de su comuna, compararlas con otros meses o años; conocer el caudal de canales o ríos; la nieve acumulada en la cordillera, entre muchos otros. La información va presentada con gráficos de fácil lectura, para ablandar los datos técnicos. Esa cercanía se consigue tras el procesamiento de un sinnúmero de variables por medio de un complejo sistema informático inteligente.
El BIRH es el resultado del proyecto “Gestión de Información de Recursos Hídricos”, desarrollado por el Centro del Agua de la Universidad de Concepción, financiado por el Gobierno Regional de O’Higgins a través del Fondo de Innovación para la Competitividad y con el apoyo de la Dirección General de Aguas (DGA); el Ministerio de Agricultura; la Junta de Vigilancia del río Cachapoal, primera sección; la empresa Kilkee; y el Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería.
Menos agua
Debido al cambio climático, la disponibilidad de agua ha ido cambiando en el mundo, en Chile y en la Región de O’Higgins. “Hay una tendencia a la baja en precipitaciones y cobertura de nieve y en la época en que se registran los eventos. Antes estaban concentrados en invierno y este año, por ejemplo, se extendieron hasta fin de año y con diferencias de acuerdo a la zona. Esto es propio del cambio climático, pero cuantificarlo es complejo, porque no hay datos sistematizados de los que echar mano. Justamente ese problema lo resuelve el sistema que desarrollamos”, explica Felipe De la Hoz, director del Centro del Agua de la Universidad de Concepción. En datos generales, en diferentes lugares de la región, se han detectado reducciones de entre 25% y 60% en lluvias y en disponibilidad de nieve de hasta 30%. En el caudal de los ríos, en tanto, hay bajas de entre 10% y 37%.
Esa variabilidad, en la práctica, se transforma en incertidumbre para los agricultores al momento de tomar decisiones. “Con esto ellos pueden saber cómo vendrá el tiempo y ver si, por ejemplo, deben invertir en aplicaciones para evitar el daño por heladas o incluso cambiar el cultivo”, explica Mauricio Ortiz, director del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura.
Inédito en Chile
El sistema, que está disponible para diferentes plataformas móviles y como sitio web, no sólo es útil para los productores, sino también para otros actores, como las autoridades de la región. Es inédito en Chile e, internacionalmente, existen escasos referentes, uno de los cuales es la plataforma “Agroclimnate”, que opera en el Estado de Florida, en Estados Unidos. Se trata de una red público-privada de estaciones meteorológicas automáticas que permite a los usuarios visualizar y analizar datos de interés para la producción agrícola del país del Norte. La información de clima, hidrología, cultivos y demanda de agua es desplegada a través de mapas, tanto en tiempo real como histórico.
“Su principal característica es que esta información es procesada mediante modelos hidrológicos y de cultivo, lo que permite establecer periodos y territorios más vulnerables dadas las condiciones actuales y las condiciones pronosticadas”, se explica en la formulación del proyecto de la Sexta Región. La mayoría de estas prestaciones las entrega el BIRH chileno, pero de modo más blando. “Los datos están personalizados de acuerdo al perfil del usuario, porque no a todos les sirve la misma información. Un agricultor querrá saber las horas frío en invierno para ver si tendrá problemas de floración y una autoridad la disponibilidad de agua de los embalses para prever posibles estados de emergencia agrícola, por ejemplo”, explica Ortiz.
Panel de expertos
Esa personalización la consiguen a través de un comité de expertos en temas como climatología, hidrología, agronomía, big data, imágenes satelitales, entre otros. Ellos analizan los datos recopilados de más de 300 puntos de control con datos históricos y de otros 70 ubicados en la zona entregados en tiempo real, los que cubren gran parte de la Región. El panel los sistematiza en informes a los que puede acceder cualquier persona en el sitio, con información de las 33 comunas de la región.
Las fuentes a las que acude el sistema son toda la red agrometeorológica nacional; los sistemas del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Inia); las redes pluviométricas de la DGA, entre otras. “Queremos incorporar fuentes como las generadoras eléctricas o las mineras, para lo cual hay que demostrarles lo útil que les puede ser el sistema”, explica De la Hoz.
Robert Hilliard, gerente de la Junta de Vigilancia del Río Cachapoal, explica cómo ha sido su experiencia con el BIRH. “Es muy importante para saber cómo viene la disponibilidad de agua y, en caso de problemas, comunicárselo a los agricultores. Es amigable ya que vía mapas se puede obtener información sobre el recurso hídrico de modo fácil: el usuario final quiere ver un monito y saber que habrá diez grados y eso lo cumple”.
De la Hoz apunta a una proyección mayor de la herramienta. “Nuestras expectativas es que el BIRH sea replicado en otras regiones del país, de modo que puede atender a un público mayor, para que puedan acceder a datos que hoy están parcializados en distintos estamentos”.